Los trabajadores de una obra en Castell d’Aro (Gerona) han encontrado dos fusiles de asalto kalashnikov enterrados con ropa y cinta americana. Pasó este jueves alrededor de las doce del mediodía. Los trabajadores estaban construyendo un muro en una empresa cuando, de repente, se encontraron dos paquetes enterrados. Dentro había las dos armas largas, del tipo AK-47, y dos cargadores sin munición.
A raíz de esto, según ha avanzado El Caso, los obreros alertaron a los Mossos d’Esquadra de la comisaría de Sant Feliu de Guíxols, que custodiaron las armas. La policía ha abierto una investigación para intentar esclarecer la procedencia. Los dos fusiles se enviarán ahora a los especialistas de balística de los Mossos porque los analicen.
En el maletero
Precisamente, hace pocas semanas los Mossos d’Esquadra también intervinieron dos fusiles kalashnikov en las comarcas gerundenses. Pasó a finales de enero en el área de servicio de la AP-7 en Garrigàs (Gerona). De madrugada, una patrulla que se había parado a poner carburante observó como dos hombres -que también se habían parado a repostar- se ponían nerviosos.
Esto les pareció sospechoso, y cuando los agentes los registraron el vehículo, encontraron dos fusiles AK-47 en el maletero. Las armas estaban inutilizadas. Los Mossos decomisaron los fusiles y detuvieron a los dos hombres, un francés de 31 años y un joven de 25 procedente de Mauritania, por tenencia ilícita de armas y falsificación documental (porque el coche llevaba placas de matrícula falsas).
