El Tribunal Penal Internacional (TPI) ha emitido este viernes una orden de arresto contra el presidente de Rusia, Vladimir Putin, al que considera presunto responsable de la deportación forzada hacia territorio ruso de niños ucranianos durante la guerra en Ucrania.
Además, este tribunal ha emitido otra orden de arresto internacional por el mismo motivo contra Maria Lvova-Belova, comisaria presidencial de los derechos de la infancia en Rusia.
El TPI aprecia la existencia de «motivos razonables» para pensar que Putin tiene una responsabilidad penal individual directa o por incapacidad para controlar a subordinados civiles y militares que cometieron materialmente las deportaciones, negadas reiteradamente desde el Kremlin.
No obstante, el gobierno de Ucrania ha cifrado en 16.000 los niños desplazados de esta manera hacia territorio ruso durante el conflicto bélico provocado por la invasión rusa. Un estudio de la Universidad de Yale (EE.UU.) cifró en 6.000 los menores ucranianos internados en internados de Rusia en ese contexto.
La posibilidad de que Putin acabe siendo juzgado es remota, dado que el TPI no juzga a acusados que no comparecen en el juicio y Rusia no forma parte desde 2016 del Estatuto de Roma, fundamento del TPI.
