Las elecciones municipales se acercan, y todos los partidos saben cómo será su campaña. El estropicio entre el PDECat y JxCat acabará evidenciando dos listas diferenciadas en muchos pueblos y ciudades. Donde hace cuatro años iban todos juntos, ahora ambas marcas se presentarán por separado.
Y esta circunstancia ha hecho que en la mayoría de estos sitios el PDECat esté ya avisando de que los derechos electorales son suyos y no de Junts. Esto implica que las cuotas garantizadas en los medios públicos y en los espacios gratuitos de propaganda electoral, las subvenciones y el derecho a privilegios como envíos masivos de papeletas, y otras prebendas habituales serán todas para el PDECat. Y Junts habrá que buscar la forma de parecer que está al mismo nivel en muchos de estos lugares o estirar de victimismo para atacar al PDECat.
