Un juzgado de Madrid ha aceptado a trámite la querella que el expresidente del FC Barcelona, Sandro Rosell, interpuso contra el excomisario José Manuel Villarejo. Ahora, una retahíla de afectados pretenden sumarse a la causa. Así lo ha avanzado La Vanguardia, que ha desgranado los distintos casos que meditan seguir su estela.
La de Rosell es la única causa que ha pasado el filtro del juzgado de instrucción número 13 de Madrid, y que ha empezado a tramitarse. El empresario apunta al propio Villarejo; el inspector jefe Alberto Estévez, presunto autor de informes falsos de la unidad de delincuencia económica y fiscal (UDEF) de la Policía Nacional; a Antonio Giménez Raso, exinspector y socio de Villarejo en Barcelona; y el estadounidense Marc L. Varri, exagente del FBI, ya que Rosell fue detenido a raíz de una investigación en EEUU de corrupción en el fútbol, el Fifagate.
Carles Vilarrubí, vicepresidente del Barça durante el mandato de Sandro como presidente de la entidad, también tuvo relación con Villarejo. Fue consejero delegado en 1992 de la promotora de Port Aventura, en ese momento propiedad de Javier de la Rosa, y rompió el acuerdo cuando éste último quiso desviar el dinero público aprobado por el Parlament para financiar las obras a sus cuentas particulares. Vilarrubí fue imputado en el 2015 y la policía, en presencia de Villarejo, realizaron un cacheo en su domicilio. El testigo de De la Rosa, que recibió 150.000 euros, fue clave acusándole de comisionista de la familia Pujol en conversaciones con el excomisario.
El exconseller de Economía, Jaume Giró; el alcaldable de Junts en Barcelona, Xavier Trias; Jordi Pujol Ferrusola, hijo del expresidente de la Generalitat de Catalunya o Francisco Marco, detective privado de Método 3, ya se han querellado contra Villarejo y están pendientes de admisión. Artur Mas, en su caso, presentará una denuncia si ve opciones que pueda tener recorrido.
