El juicio a la presidenta en funciones del Parlament de Catalunya, Laura Borràs, por presuntas irregularidades en unos contratos cuando era directora del Institut de Lletres Catalanes (ILC), continúa de actualidad dentro y fuera de los juzgados. El partido de Jèssica Albiach, pidió hoy apartar a Borràs de la presidencia de la cámara catalana.
Lo hizo el lunes el portavoz de los comunes, Joan Mena, quien, en una interpelación directa a Junts, interrogó «hasta cuándo se mantendrá como presidenta a Borràs, una persona acusada de presunta corrupción» , rechazando catalogar su caso como «persecución política».
Este martes fue otro portavoz, David Cid, quien disparó en una línea similar. Pero esta vez Cid ha mirado hacia ERC y la CUP como partidos que hicieron posible su nombramiento como presidenta del Parlament.
Así, el portavoz pidió encontrar «una solución» a su caso para poder relevarla como presidenta de la cámara catalana, incluso antes de que hay sentencia firme. «¿La segunda institución del país puede permitirse que su presidenta sea condenada por corrupción? Creemos que no», ha lanzado.
Tras las declaraciones del informático Isaias Herrero, los comunes ven claro que debe haber «consecuencias políticas» para la todavía presidenta suspendida del Parlament.
