El juez que instruye en el Tribunal Supremo la principal causa sobre el procés, Pablo Llarena, prevé volver a pedir a Bélgica la entrega del exconsejero catalán Lluís Puig, pero no antes de que sea firme el procesamiento -y definitivos los delitos atribuidos- del propio Puig, el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont, y los exconsejeros Toni Comín y Clara Ponsatí, según avanza El Periódico.
La misma información, citando fuentes del Supremo, añade que Llarena tiene pendientes de resolver todavía los recursos interpuestos por la Fiscalía y la Abogacía del Estado contra la reformulación de los procesamientos de los cuatro exmiembros del gobierno catalán, en la que Llarena considera que ahora no puede procesarlos por el delito de desórdenes públicos agravados, el tipo penal sustituto de la sedición, sino sólo por desobediencia y malversación.
La decisión que adopte Llarena, además, podría ser objeto de un recurso de apelación, sobre el que se pronunciarían magistrados de la Sala de lo Penal que todavía no han intervenido en la principal causa sobre el procés. A partir de entonces, quedarían definidos los delitos por los que el Supremo reclama estos cuatro exmiembros del gobierno de la Generalitat que se establecieron en el extranjero para evitar responder ante la justicia española.
