Isabel Rodríguez, la ministra de Política Territorial y portavoz del gobierno de España, ha defendido que la ley sólo sí es sí es «buena», pero que «la responsabilidad es cambiar lo que está siendo perjudicial, y eso es lo que estamos haciendo».
La portavoz del ejecutivo de Pedro Sánchez, en su comparecencia semanal posterior a la reunión del consejo de ministros, ha considerado que ni el gobierno ni ningún de los grupos parlamentarios «hubiesen deseado nunca los efectos que se han producido», refiriéndose a las reducciones de penas y excarcelaciones resultantes de la aplicación de esta ley.
Rodríguez, que ha evitado señalar responsables de estos efectos, ha justificado los «ajustes técnicos» que, según ha dicho, quiere introducir el gobierno, aduciendo que quieren «dar tranquilidad a la sociedad» ante la «alarma social», cuya existencia el gobierno ya admitió el pasado otoño.
Sobre los cambios en la ley, que ha destacado que no afectan a la posición central del consentimiento, la ministra ha añadido que es la hora del diálogo tanto con su socio de coalición, Unidas Podemos, reacio a la iniciativa socialista, como con las otras fuerzas parlamentarias.
