Jonathan Scott y el ‘CatalanGate’: «Es más fácil ser una víctima que admitir la verdad»

La mayoría independentista vetó la comparecencia en el Parlament de este experto en ciberseguridad, que denunció en un informe de 60 páginas la falta de rigor de las acusaciones de espionaje

Portada de l'informe 'Descobrint Citizen Lab. Desmentint CatalanGate' i el seu autor, l'investigador Jonathan Scott

Jonathan Scott, el investigador en ciberseguridad autor del informe “Destapando Citizen Lab. Desmintiendo el CatalanGate”, no podrá comparecer en la comisión de investigación del Parlament sobre este supuesto espionaje con el software Pegasus porque lo vetó la mayoría independentista formada por ERC, JxCat y la CUP, en la sesión celebrada el pasado 20 de enero. En las sesenta páginas de su informe, Scott denuncia la falta de rigor científico de este CatalanGate, promovido por la Assemblea Nacional Catalana (ANC) y elaborado por el colectivo canadiense Citizen Lab.

El grupo parlamentario socialista propuso su comparecencia y también la del catedrático de Computación de la Universidad de Valencia, Gregorio Martín. Martín, que había comparecido en el comité que investiga en el Parlamento europeo el uso del software Pegasus, fue también vetado por el rodillo independentista en la comisión de investigación de la cámara catalana. Jonathan Scott se quejó, en un mensaje en Twitter el pasado día 20, de que no se le deje explicar sus conclusiones sobre el Catalangate en el Parlament lamentando que “cada vez que los científicos ponen al descubierto la realidad del caso Pegasus son silenciados”. «Es más fácil ser una víctima que admitir la verdad», añadió.

En otro mensaje de Twitter del mismo día, Scott afirmó que “cuando el Parlamento ignora a la oposición se convierte en una dictadura. La democracia está muerta”. Su informe sobre el supuesto espionaje concluye que Citizen Lab ha puesto por delante los intereses de los independentistas que le encargaron la investigación que la verificación científica. Citizen Lab publicó su CatalanGate el 18 de abril y Scott subió a Twitter su informe el 4 de julio.

“Destapando Citizen Lab. Desmintiendo el CatalanGate” incluye un repaso de la información del colectivo canadiense sobre las supuestas víctimas de espionaje con los programas Pegasus y Candiru donde destaca que en la mitad de los casos se reconoce que no se sabe cuándo fueron atacadas y concluye que las afirmaciones de espionaje no se basan en datos fiables y contrastables. Scott pidió en mayo a los directivos de Citizen Lab que le facilitaran los análisis forenses gracias a los que habían llegado a sus conclusiones en el CatalanGate. No recibió respuesta. Tampoco la han recibido otros expertos en ciberseguridad y profesores universitarios que han pedido que una comisión científica independiente revise esos análisis forenses.

En diciembre Scott presentó una revisión de su primer informe. En esta revisión considera un “peligro” que Citizen Lab “siga presentando investigaciones sin ser contrastadas por un verdadero análisis imparcial” y que el hecho de que no tenga en cuenta “los requisitos legales y los estándares globales para la realización de análisis forenses socava todos los propósitos de una democracia”.

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