TV3, pluralismo y respeto

No soy independentista y he mirado toda mi vida TV3. O, dicho de otro modo, no soy independentista y (todavía) miro TV3. Reconozco que es una extraña combinación en la Cataluña de 2023.

Mis primeros recuerdos de la televisión pública catalana se remontan a mi infancia: recuerdo pasar horas y horas ante el televisor viendo Doraemon y Les Tres Bessones en el canal infantil Súper3. Es más, en ocasiones deseaba estar enfermo para poder pasar el día tumbado en el sofá divirtiéndome con esos dibujos animados. De mayor, he desayunado durante muchos sábados viendo los informativos del 324. De algún modo, necesitaba salir de casa con la pertinente dosis de alimento, pero también el informativo.

Con la polarización y tensión política de los últimos años he seguido informándome a través de TV3, pero, sin embargo, poco a poco he ido sintiendo que perdía el vínculo que me unía con ella. En otros términos, se ha ido rompiendo, de forma progresiva, mi sentimiento de pertenencia a un universo mediático que, dicho sea de paso, aglutinaba hace unos años a muchos más catalanes y catalanas que en la actualidad. Y, vistas las encuestas de los últimos años, el proceso de dejar de mirar a TV3 lo han experimentado un buen número de conciudadanos y conciudadanas.

Según la RAE el término «público» significa «perteneciente o relativo al Estado u otra administración» y, por tanto, significa que es algo que es de todas y todos. Es decir, de todos y, al mismo tiempo, de nadie. ¿Se imaginan que los hospitales o las escuelas de titularidad pública excluyeran a una parte de la ciudadanía por motivos políticos? Pues bien, algo parecido está sucediendo en algunos programas de TV3. Cómo se pueden sentir interpelados los 1.332.337 ciudadanos y ciudadanas de Cataluña que apoyaron una fuerza política no independentista en las últimas elecciones autonómicas para mirar un programa como Zona Franca cuando su presentador hasta hace unos días, Joel Díaz, ha comenzado cada capítulo gritando “puta nit i bona Espanya” y ha ironizado sobre los deportados al campo de concentración de Mauthausen?

No son pocos los partidos, entidades, plataformas o, simplemente, los catalanes y catalanas que se han sentido excluidos de TV3 por la falta de pluralismo, por el tratamiento a determinadas opciones políticas o por la falta de voces para analizar temas controvertidos como el proceso independentista o la gestión de los distintos gobiernos independentistas. Sin embargo, ha llegado a un punto que ya no es una cuestión de pluralismo o diversidad, sino que estamos hablando del cruce de líneas rojas que lo único que hace es deteriorar la convivencia y dar argumentos a quienes creen, como la extrema derecha de Vox, que los medios de comunicación públicos son prescindibles y que deberían cerrarse.

En este sentido, la televisión pública tiene un deber mayor con la sociedad, porque es sufragada, en buena medida, con los impuestos de la ciudadanía. Sólo por este motivo tiene una responsabilidad mucho mayor con el conjunto de la población en cuanto a la construcción de marcos que fomenten la convivencia (y más en una sociedad como la catalana en la que, afortunadamente, coexisten un montón de lenguas, culturas, maneras de entender la sociedad…).

Por eso, los máximos dirigentes de TV3 deberían reflexionar sobre si quieren que los medios públicos sean una puerta a la uniformidad y la exclusión o bien al pluralismo, la diversidad y el respeto a quien piensa diferente.

Paradójicamente, la elección de la primera opción reforzaría a quienes entienden TV3 como un altavoz independentista y a quienes propugnan que hay que cerrarla para evitarnos un gasto innecesario. En cambio, la elección del segundo camino favorecería el papel de los medios públicos en nuestra sociedad y, en consecuencia, reforzaría el autogobierno ante quienes creen que es insuficiente y ante quienes piensan que hay que eliminarlo. Yo escojo la segunda opción, es decir, el camino de unos medios públicos fuertes, plurales y que representen al conjunto de la sociedad. ¡Quiero recuperar el entusiasmo que sentía cuando era pequeño y veía Doraemon y Les Tres Bessones!

(Visited 132 times, 1 visits today)
Facebook
Twitter
WhatsApp

HOY DESTACAMOS

Deja un comentario