El pucherazo perpetrado en las elecciones a la Federació Catalana de Futbol (FCF), celebradas el 22 de mayo del año pasado, no ha quedado impune. El Tribunal Català de l’Esport (TCE), en una resolución dictada este 12 de enero, ha decretado la anulación de estos comicios y ha ordenado su repetición, en el plazo máximo de un mes.
Las elecciones del año pasado, Joan Soteras –que ya era el presidente– las ganó con 396 votos, seguido de Àlex Talavera (370 votos) y Juanjo Isern (238). Pero las numerosas irregularidades detectadas en las votaciones provocaron que el candidato Àlex Talavera las impugnara ante el TCE, por la fundamentada sospecha que se habían manipulado unos 400 votos de los 1.041 que fueron emitidos. (EL TRIANGLE publicó un reportaje sobre este escándalo en la edición n. 1.508).
Después de una exhaustiva investigación, el TCE ha determinado que, como mínimo, hubo 175 votos que hay que considerar nulos. Puesto que Joan Soteras solo aventajó de 26 votos su rival más directo, el tribunal ha determinado que lo que es procedente es, simple y llanamente, la repetición de las elecciones.
El presidente no quiere dimitir hasta el día 3 de febrero
Si las elecciones del 22 de mayo del año pasado son nulas, como ha dictaminado el Tribunal Catalán del Deporte (TCE), entonces también lo es la proclamación de Joan Soteras como presidente de la Federación Catalana de Fútbol (FCF). En buena lógica, Joan Soteras y su junta directiva tendrían que haber presentado automáticamente su renuncia inmediatamente después de conocer la sentencia del TCE, el 12 de enero pasado, y traspasar sus responsabilidades y funciones a una comisión gestora.
Pero, de manera sorprendente, Joan Soteras continúa en el cargo y cobrando su sueldo de 10.000 euros mensuales. La junta electoral de la FCF, un organismo que depende de la junta directiva, ha decidido que, si quiere optar a la reelección, Joan Soteras tiene que formalizar su dimisión antes del 3 de febrero próximo.
Esta interpretación sui generis de los efectos de la anulación de los comicios del año pasado ha sido denunciada por el candidato Àlex Talavera ante el mismo TCE. Àlex Talavera también considera que la resistencia de Joan Soteras a abandonar el cargo lo inhabilita totalmente para poder volver a presentarse a los próximos comicios, puesto que vulnera el reglamento electoral de la FCF.
La repetición se hará en una jornada laborable
La Federación Catalana de Fútbol (FCF), que gestiona un presupuesto anual de 27 millones de euros, es un “bombón” que levanta pasiones, puesto que es una fuente de enchufes y de prebendas. De aquí que Joan Soteras y su junta directiva hagan de todo para poder continuar chupando del bote.
Ahora, la estrategia que han puesto en marcha es la convocatoria de las elecciones, obligadas por el TCE, en un día laborable: el lunes 13 de febrero, sabiendo que esto es un grave obstáculo para que muchos de los representantes de los 1.220 clubes censados puedan votar.
Las elecciones del año pasado se hicieron el domingo 22 de mayo, y esto permitió que pudieran participar 1.041 clubes. Convocándolas en un día laborable, seguro que la participación será mucho menor, puesto que las votaciones se hacen presencialmente en los colegios electorales territoriales.
Además, la fecha anunciada por la junta electoral también es polémica y ha sido objeto de otro recurso ante el TCE por parte del candidato Àlex Talavera. La resolución del 12 de enero especificaba que las nuevas elecciones se tenían que celebrar en el plazo máximo de un mes.
Fijándolas para el lunes día 13 de febrero, la junta electoral incumple esta sentencia. La excusa que da es que, a pesar de que la resolución del TCE es del 12 de enero, no recibió la notificación hasta el día 16. En cambio, hay constancia fehaciente que la junta directiva de la FCF ya la tuvo el mismo día 12.
