La inspectora y portavoz de los Mossos d’Esquadra, Montserrat Escudé, dice que «tenemos un sesgo sobre el perfil de mujeres víctimas» y que «todas podemos sufrir violencia machista». Para la inspectora Escudé «no podemos basarnos en prototipo, ni de víctimas ni de agresores, porque haríamos malas intervenciones».
En declaraciones a El matí de Catalunya Ràdio, la portavoz de los Mossos ha dicho que «los cuerpos policiales compartimos la necesidad de mejorar la evaluación y la gestión del riesgo», añadiendo que «cualquier feminicidio es la máxima frustración; la constatación del fracaso del sistema». Escudé ha explicado que en Cataluña ha aumentado el número de denuncias, pero que todavía ahora estamos en una situación de infradenúncia que se sitúa entre un 70 y 80%.
En este contexto, la inspectora de la policía catalana declara que en «Cataluña hay ahora más denuncias, pero para las medidas de protección se tienen que dar una serie de requisitos que deciden los jueces» y que «hay que hacer una reflexión generalizada para que se den más».
Montserrat Escudé ha añadido que «la violencia sexual no se puede abordar desde un solo factor; el policial es el último estamento». Para la portavoz de los Mossos «hace falta mucho trabajo previo sobre identificación de las violencias: tocamientos, comentarios, acorralamientos».
Actualmente, unas 13.000 mujeres víctimas de violencia machista son objeto de seguimiento por parte de los Mossos. Las parejas y exparejas de 38 de estas mujeres tienen asignada una pulsera electrónica para garantizar que cumplen la orden de alejamiento decretada por un juez. En Cataluña hay nueve mujeres en nivel de riesgo muy alto de feminicidio, un nivel que en la mayoría de casos puede comportar la asignación de un escolta.
