Jordi Pujol Jr. se embolsó 5,3 millones por el vertedero de Vacamorta

Ahora, la Generalitat tendrá que invertir 188 millones para extraer los 3,5 millones de toneladas de basuras depositadas ilegalmente

El vertedero de Vacamorta
El vertedero de Vacamorta.

Este pasado mes de diciembre, la Agencia de Residuos de Cataluña (ARC) ha emprendido los trabajos de vaciado y restauración del antiguo vertedero de Vacamorta (Baix Empordà), que fue clausurado definitivamente por orden judicial en 2014. Según las previsiones de Isaac Peraire, director de la ARC, la tarea de extraer y tratar los 3,5 millones de toneladas de basuras que hay en este vertedero se prolongarán hasta el año 2041 y tendrán un coste de 188 millones de euros.

Esta factura, que, en definitiva, acabaremos pagando todos los catalanes, es la “mierda” que nos deja uno de los múltiples negocios que hizo Jordi Pujol Ferrusola, aprovechando que su padre fue presidente de la Generalitat (1980-2003). El vertedero de Vacamorta formaba parte de un gran proyecto, impulsado a finales de los años 90, para construir tres grandes depósitos privados de residuos en las comarcas de Tarragona, Girona y Lleida.

De los tres vertederos previstos por Jordi Pujol Jr. y sus socios en este negocio -los empresarios Gustavo Buesa y Josep Mayola- solo hay un en funcionamiento, el de Tivissa (Ribera d’Ebre). El de Vacamorta está cerrado y el que estaba previsto en Alcarràs (Segrià) no acabó prosperando.

Para obtener los permisos necesarios de la Generalitat, este grupo contaba con la plena complicidad de Felip Puig -amigo de la infancia de Jordi Pujol Jr.-, que fue consejero de Medio Ambiente (199-2001) y de Política Territorial y Obras Públicas (2001-3) cuando se tramitaron los permisos. El objetivo de Jordi Pujol Jr. no era la explotación directa de estos vertederos, sino que su negocio era la obtención de las licencias y, después, dar el  “pelotazo”, traspasándolas a la empresa Fomento de Construcciones y Contratas (FCC).

El antiguo hombre fuerte de FCC en Cataluña, Jordi Piera, era quien, desde la sombra, estaba detrás de esta trama corrupta. FCC acabó comprando el 80% del vertedero de Tivissa por 15,9 millones de euros y el 80% del de Vacamorta por 13,1 millones de euros.

De estas dos operaciones, Jordi Pujol Ferrusola obtuvo un beneficio personal de más de 10 millones de euros: 5.298.921 millones por el de Tivissa y 5.287.129 por el de Vacamorta. Para cobrar estas comisiones usó las sociedades “pantalla” Active Translation SL y Nordic SpA, constituida en Dinamarca por la sociedad instrumental Rakestone Ltd., domiciliada en el “paraíso fiscal” de la isla de Man, con el objetivo de esconder su identidad y eludir el pago de impuestos.

*Esta información la puedes leer en la edición de esta semana de la revista EL TRIANGLE

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