Toni Comín incurrió en falso testimonio en la Comisión Pegasus del Parlamento europeo

Exigió explicaciones al Gobierno español por un espionaje de su teléfono móvil que no existió

Intervenció de Toni Comín a la comissió PEGA del Parlament europeu, el passat 6 d'octubre

El eurodiputado Toni Comín participó en una comisión del Parlamento europeo como víctima de espionaje realizado con el software Pegasus. Fue el 6 de octubre en el marco de los trabajos de la comisión de investigación del uso de Pegasus y otros softwares utilizados para espiar, conocida como comisión PEGA. Acusó al gobierno español de espiarle porque es independentista y exigió explicaciones por ello. El pasado día 22, el colectivo canadiense Citizen Lab, que había incluido a Comín como víctima de espionaje con Pegasus en el informe bautizado como CatalanGate que publicó el 18 de abril, se desdijo. El director de Citizen Lab, Ronald Deibert, colgó un comunicado en el portal web de esta entidad diciendo que se habían equivocado con Comín y que no tenía constancia de que hubiera sido espiado. Dejó al eurodiputado catalán en una situación comprometida: había incurrido en testimonio falso en el Parlamento europeo.

Las dos intervenciones de Comín, el pasado 6 de octubre, en la comisión PEGA fueron muy vehementes. Incluso pidió a su presidente, Jeroen Lenaers, que acallara a los eurodiputados que hablaban mientras él explicaba que había sido espiado por el gobierno español. Empezó diciendo que había sido espiado pero que su nombre no aparecía entre las 18 personas que la ex-presidenta del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Paz Esteban, reconoció, en la comisión de Secretos Oficiales del Congreso, que habían sido espiadas por este servicio. “No sé quién me espió. No sé qué cuerpo del gobierno español me espió”, dijo. Reclamó que la comisión PEGA preguntara al gobierno español en qué base legal basaba la decisión de espiarle. “¿Espiarme por ser independentista es compatible con los valores de la Unión Europea?”, preguntó.

También se preguntó “¿cuándo fui espiado?”. Siguió: “Os lo diré. Fui espiado en enero del 2020, según Citizen Lab”. Y recordó que esa fecha era pocos días posterior a su admisión como eurodiputado. Además, dijo que, en aquellos primeros días de 2020, estaba organizando un acto de apoyo a la independencia de Catalunya que debía celebrarse en Perpinyà y que, por este motivo, estaba en contacto con el ministro del Interior francés . «¿Qué se hará con la información que se obtuvo con este espionaje?», continuó haciendo preguntas, para acabar concluyendo que «todo esto es una traición a los valores democráticos europeos».

En la segunda intervención, en respuesta a las preguntas de eurodiputados de la comisión, afirmó que algunos hechos que habían perjudicado su actuación política tal vez se debieron al espionaje que decía haber sufrido. Dijo también que quería saber con qué autorización judicial se le había espiado y acabó con más preguntas: “Si no nos ha espiado el CNI, ¿qué gobierno me ha espiado a mí? ¿El gobierno marroquí? ¿El ministerio del Interior español?”.

En el comunicado donde Citizen Lab reconoce que no tiene pruebas de que el teléfono móvil de Comín fuera infectado con Pegasus se explica que no pueden comprobarlo ahora porque el eurodiputado asegura que no se acuerda de la contraseña para acceder al funcionamiento del aparato.

El error reconocido por Ronald Deibert no sólo ha provocado el testimonio falso de Comín sino que ha restado validez a la parte dedicada a España en el informe que la eurodiputada Sophie in’t Veld realizó sobre los trabajos de la comisión PEGA. In’t Veld incluyó a Comín como víctima del espionaje y recurrió 26 veces al desprestigiado informe de Citizen Lab para justificar su redactado. La eurodiputada tendrá que cambiar su informe final.

En la próxima sesión de la comisión PEGA, Toni Comín tendrá que dar explicaciones por su testimonio del 6 de octubre. No lo va a tener fácil.

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