El Consejo de la Información de Cataluña (CIC), la entidad que vela por el cumplimiento de los principios de ética profesional contenidos en el Código Deontológico del Colegio de Periodistas de Cataluña, ha recibido en los últimos días varias quejas por los insultos a España reiterados en el programa Zona Franca de TV3. Desde que TV3 estrenó este late night show, el 18 de octubre, su presentador, Joel Díaz, comienza todos los programas, que se emiten de lunes a jueves, con el grito de «puta nit i bona Espanya». En el primer programa, entró en el plató y gritó ‘puta nit i bona Espanya’. Luego dijo que se había equivocado por los nervios del estreno y que era al revés. Sin embargo, ha seguido empezando todos los programas desde entonces con esta expresión. Y lleva 39.
El artículo 12 del Código deontológico del Colegio de Periodistas dice que “No se puede discriminar a ninguna persona debido a su condición sexual, discapacidad física o mental, creencias, origen étnico, nacionalidad y extracción social. Asimismo, deben evitarse expresiones vejatorias que puedan incitar al odio y al uso de la violencia. Los periodistas deben ser especialmente sensibles con la diversidad y actuar con sentido de justicia y respeto a las personas y grupos afectados”. Las denuncias que han llegado al CIC a través de su portal de quejas on-line, resaltan que la expresión con la que comienza cada programa de Zona Franca, entre aplausos del público, incita al odio y al uso de la violencia, además de tener un espíritu discriminatorio evidente por motivo de nacionalidad.
Las denuncias al CIC llegan después de que el Consejo del Audiovisual de Cataluña (CAC) renunciara a prohibir el saludo de Joel Díaz a la audiencia de Zona Franca que le pidieron numerosos catalanes a través del apartado de quejas de este organismo. La consejera secretaria del CAC, Laura Pinyol, respondió a estas quejas diciendo que se trata de un producto televisivo “de entretenimiento que se dirige a la audiencia en base al código comunicativo del humor. Las intervenciones del conductor y de las personas que colaboran con el programa se caracterizan por realizar un abordaje transgresor de temas controvertidos y por incorporar elementos satíricos, sarcásticos e irónicos. Así, todos los elementos discursivos se engloban dentro de los parámetros del humor y difícilmente hay posibilidad de confusión con respecto al propósito comunicativo”.
“Os comunicamos que la interpretación del significado y de la intencionalidad de estas expresiones debe hacerse teniendo en cuenta el contexto y el horario de emisión”, escribió Pinyol, que concluía la carta a los denunciantes diciendo que “entendemos que pueden molestar o herir la sensibilidad de algunas personas” pero que “no son susceptibles de ninguna actuación del Consell”.
Ahora hay que ver si el CIC, además de entender que insultar a España puede molestar o herir la sensibilidad de algunas personas, concluye que hay que tomar alguna decisión para evitarlo. Si su actuación no satisface las aspiraciones de los denunciantes, solo les quedará la vía judicial para luchar contra los mensajes de odio nocturnos de TV3.
