El búnquer de Catalunya Ràdio había dejado de difundir el odio anti-español en las últimas semanas eliminando los “puta España” con los que se despedían muchos de los oyentes que enviaban notas de audio al programa. EL TRIANGLE se hizo eco ayer por la mañana de este hecho. Esta constatación no debió gustar, sin embargo, a los responsables del programa y el ‘puta España’ volvió a sonar en El búnquer anoche.
Fue en la nota de audio de un oyente que no se identificó y que dijo que si Guillermina Motta cantase ahora Remena nena “recibiría hostias de todas partes por la letra”. Se despidió con un “puta España” que fue acogido por los presentadores con un impostado grito de asombro, teniendo en cuenta que son ellos mismos los encargados de seleccionar y editar las notas de audio que emiten.
Los responsables de El búnquer popularizaron el grito de ‘puta España’ en TV3. En el programa Bricoheroes que hacían en esa televisión pública en temporadas anteriores –que presentaban dos de los miembros de El búnquer: Lluís Jutglar (Peyu) y Jair Domínguez– sonaba a menudo. Bricoheroes fue retirado de la parrilla de TV3 y El búnquer recogió el testigo de los “puta España”, ahora en Catalunya Ràdio.
La pasada temporada, las notas de audio que enviaban oyentes del programa y que eran reproducidos en antena terminaban a menudo con este insulto. En junio, el “puta España” se escuchó como despedida de los oyentes en uno de cada tres programas. Durante las tres primeras semanas de la temporada 2022-2023 todavía se escuchó “puta España” cuatro veces en El búnquer. Sin embargo, hacía semanas que este insulto había desaparecido del programa. Ayer volvió en un capítulo en el que se insultó a las personas de Murcia y se hizo hablar castellano a los protagonistas nazis de la historia que contaron.
Peyu y Jair Domínguez narraron la historia de un hombre de Guinea Ecuatorial, José Epita Mbomo, que vivía en la isla de Bioco y que fue trasladado a Murcia. Compararon Bioco y Murcia y presentaron a los murcianos como gente analfabeta. Epita acabó trabajando en el restaurante de un campo de genocidio nazi. Los presentadores hicieron hablar en castellano a los nazis y lo justificaron diciendo que lo hacían porque no sabían hablar en alemán y para “distinguir a los malos”.
El odio ha vuelto a El búnquer por la puerta grande, si es que alguna vez se había ido.
