Cáritas Diocesana de Barcelona avisa que alrededor de 7.000 hogares que son atendidos por esta entidad han tenido que reducir el gasto en alimentación. Cáritas explica que el 65% de estas familias han dejado de comprar alimentos frescos, el 40% ha tenido que cambiar de domicilio por problemas económicos, el 55% no puede mantener una temperatura adecuada en el hogar y alrededor de 2.800 hogares no pueden comprar medicamentos o tener tratamientos médicos por no tener suficientes recursos económicos.
El director de Cáritas Diocesana de Barcelona, Salvador Busquets, explica que han aumentado las ayudas directas este año con un incremento de presupuestos de 2,5 millones de euros para cubrir gastos de alimentación y realquiler. Esta cifra representa un incremento respecto al año pasado de un 13%. Busquets afirma que «no podemos normalizar que las personas tengan que vivir de realquiler».
Desde Cáritas informan que en 2022 han invertido 841.000 euros en alimentación, un incremento de un 36% respecto al año anterior. Cáritas Diocesana de Barcelona ha destinado, también, 1,1 millones de euros a pagar habitaciones de realquiler a familias necesitadas, lo que representa un 28% de gasto en este capítulo respecto al año pasado.
El director de la entidad denuncia que no disponen de las herramientas suficientes para dar respuesta a todas las necesidades de los más vulnerables. Busquets considera que es necesario mejorar en políticas de ingresos mínimos, una mejor política de vivienda y una mejor política de apoyo a las familias. Para Busquets, las políticas desplegadas en estos campos hasta ahora no se han hecho pensando en los más pobres.
