El Govern cierra con los comunes un pacto que acerca a la aprobación los presupuestos de la Generalitat. Pere Aragonès y Jéssica Albiach han sellado este miércoles por la tarde el primero de los apoyos que Esquerra necesita para poder sacar adelante las cuentas. Sin embargo, aún le faltarán más.
El acuerdo entre el Govern y los comunes llega después de semanas de conversaciones. El pacto estaba muy adelantado, y este miércoles se han cerrado los últimos flecos. Lo han formalizado solemnemente este miércoles por la tarde en el Palau de la Generalitat, con la firma entre el presidente y la jefa de filas de los comunes.
Se trata de un documento de 16 páginas, que entre otras cosas prevé mantener las bonificaciones al transporte público todo el próximo año y hacerlo gratis a los menores de 16 años, a través de ese plan de choque social. También prevé incrementar en 280 millones de euros el presupuesto de Salud destinado a la atención primaria, que era el último escollo que pusieron los comunes.
En fiscalidad, se quiere subir el impuesto de Patrimonio para recaudar otros 12 millones de euros, subir un tercio el impuesto a los pisos vacíos e impulsar un nuevo impuesto sobre la contaminación de los barcos a principios de año. También un impuesto sobre alimentos ultraprocesados a finales de 2023.
El ejecutivo, sin embargo, no le basta con el apoyo de los comunes y seguirá negociando con el PSC y Junts. Le faltan 27 votos.
