¡Se armó el belén!

La polémica sobre el pesebre del Parlament me ha hecho pensar en aquella españolada de los setenta, ¡Se armó el belén!, escrita y dirigida por José Luis Sáenz de Heredia y protagonizada por Paco Martínez Soria; una película de humor costumbrista de la época, en la que un sacerdote de barrio monta un pesebre viviente con el objetivo de atraer a parroquianos, y la arma. Con el mismo propósito, el de atraer a parroquianos, los exsocios del Govern han aprovechado el ambiente prenavideño para amar al belén. La dicotomía que nos presentan ahora, la enésima desde la ruptura, es la de pesebre sí, Junts, pesebre no, ERC. Hombre, no tiene la substancia de la sedición, pero tiene su público. Conclusión, la cuestión es discutir.

En uno de sus míticos monólogos, el añorado Miguel Gila hablaba del antes y el después del matrimonio -ahora, probablemente, no pasaría la prueba del algodón de lo políticamente correcto…-: “Cuidado, amor, el charco, pasa por aquí… y cuando pasa el tiempo, ¡ala!, ya te has vuelto a meter en otro charco, y es que vas como las vacas…; al principio, ¡qué lunar, vida mía, qué lunar, me tiene loco… y después, ¡pasa con la verruga!…; y al principio de casarse, que bonito, vida mía, que te duermas aquí, sobre mi brazo… luego, quita la cabeza, ¡que se me duerme el brazo!”. Pues, ERC y Junts, o Junts y ERC, me recuerdan ese sainete. Atrás quedaron aquellos tiempos en los que se avisaban de los charcos, se encontraban lo lunares preciosos y dejaban sus brazos como confortables almohadas. Como en la pareja de Gila, ahora se empujan al charco, los lunares se han hecho verrugas y el brazo ya no se deja, ni se da a torcer. Como el chiste del susceptible: “Hola, ¿qué tal? ¿Cómo estás? Pues mira que tú…”.

Uno tiene la sensación de que, aunque en bastantes cosas están de acuerdo, al menos hace cuatro días así era, sólo por llevarse la contraria buscarán siempre los tres pies al gato. Sea por el pesebre, la sedición o sea por lo que sea. Ahora, cuando ERC pacte los presupuestos con el PSC, ¿por qué todo el mundo sabe que el vodevil presupuestario acabará así? Junts se hará el despechado, ofendido por el desaire, y al revés también pasaría. Es ley de vida. Lo que queda claro es que lo de la independencia, que enganchó a media Cataluña, ya casi que mejor para otro matrimonio, ¿no? De hecho, era Pablo Neruda quien decía: «Para que nada nos separe, que no nos una nada».

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