La ANC y Òmnium Cultural, las principales entidades impulsoras del procés, han exhibido este viernes sus discrepancias, en esta ocasión sobre la reacción a la reforma del código penal que da lugar a la derogación del delito de sedición y al nuevo delito de desórdenes públicos.
La presidenta de la ANC, Dolors Feliu, además de criticar lo que considera un «falso diálogo» entre el gobierno de la Generalitat y el gobierno central, ha respondido, sobre si Òmnium se sumará a la manifestación contra el nuevo delito de desórdenes públicos, que esta entidad no está en la línea de presionar al ejecutivo de Pere Aragonès.
Fuentes de Òmnium citadas por el diario Ara dicen que no han tomado todavía una decisión y responden que están pendientes de un cambio en la convocatoria de la manifestación, que la ANC niega que se haya abordado durante las conversaciones mantenidas últimamente por ambas plataformas.
De momento, Òmnium ha promovido un manifiesto, junto con decenas de entidades, contra el agravamiento del castigo penal a los desórdenes públicos. La Diada de este año ya se evidenció las distancias entre estas entidades, cuando Òmnium etiquetó de populista y antipolítica la dinámica de la ANC.
Está previsto que representantes de Junts y la CUP, pero no de ERC, asistan a la manifestación, este 6 de diciembre.