El rey emérito de España, Juan Carlos I, ha acordado con la Agencia Tributaria pagar por haber recibido cacerías como regalo después de haber abdicado, publica El Mundo. De esta forma, el anterior jefe de Estado acepta la sanción de Hacienda y cierra la inspección que tenía abierta por estos regalos, el último frente pendiente con el fisco en España, después de haber presentado regularizaciones en los últimos años.
Según la misma información, Juan Carlos I ha firmado un acta de conformidad que concluye el recorrido de un procedimiento de inspección abierto en junio por el Departamento de Inspección Financiera y Tributaria, que reclamó entonces al rey emérito que acreditara las cacerías en las que había participado entre 2014 y 2018, y quien había pagado sus gastos, incluidos los desplazamientos.
Juan Carlos de Borbón admitió que no había pagado pero, según El Mundo, las sumas reclamadas no alcanzan los 120.000 euros en ningún ejercicio fiscal, el umbral del delito contra Hacienda.
