El ‘Limonium catalaunicum’ hace bailar el macropolígono de Lleida

Esta planta, en peligro de extinción, ha determinado la conflictiva ubicación escogida

Toni Postius, regidor d’Urbanisme i tinent d’alcalde de Lleida

Explica la Wikipedia que el Limonium catalaunicum es “un hemicriptófito rosulado perenne, que tiene unas hojas basales que durante la floración marchitan; los tallos de las flores pueden tener 60 cm y sus flores de pequeño tamaño de color violeta tienen de diámetro de 5 a 5,5 mm, que forman espigas de 3-10 cm”. Esta variedad de planta fue identificada en 1962 y se la puede encontrar en zonas de Aragón, como los Monegros, y en la llanura de Lleida.

Los botánicos calculan que quedan unos 130.000 ejemplares de Limonium catalaunicum, esparcidos en esta parte de la Península Ibérica. Sin embargo, consideran que es una planta en riesgo de extinción y, en consecuencia, recomiendan que sea protegida al máximo.

Cuando el departamento de Territori i Sostenibilitat de la Generalitat puso en marcha el Pla Director Urbanístic d’Activitat Econòmica (PDUAE) de Lleida, estudió diversas alternativas para la implantación de este macropolígono industrial. Sin embargo, según explica la memoria de este proyecto –que actualmente está en trámite de información pública–, la primera propuesta que se impulsó fue descartada porque afectaba a una zona con presencia de Limonium catalaunicum.

Es con este argumento que se escogió la ubicación actual, aunque tiene un impacto brutal sobre la rica huerta de Lleida y comportará la expulsión de unos 200 vecinos de las partidas de Torres de Grealó y Quatre Pilans. Lo más insólito de este grave conflicto ecológico y social que ha creado la Generalitat, con la complicidad de la Paeria, es que la zona delimitada por el PDUAE también está llena de plantas de Limonium catalaunicum, según se puede constatar fácilmente dando un paseo.

Por eso, los vecinos afectados por esta barrabasada urbanística están convencidos de que la presencia del Limonium catalaunicum es una excusa que no tiene ningún sentido, y que el diseño actual del PDUAE obedece, fundamentalmente, a los fortísimos intereses económicos y especulativos que se esconden detrás. Esta planta es endémica y, si bien su hábitat geográfico es reducido, se encuentra en muchos lugares de la llanura de Lleida, la Franja y Aragón.

El grupo municipal del Comú de Lleida también ha detectado numerosas anomalías y errores de cálculo en el estudio de impacto ambiental del PDUAE y las ha denunciado con la presentación de siete alegaciones en el proyecto. Según los comunes, este macropolígono es totalmente desmedido e innecesario, resultando aberrante que permita la implantación de industrias Seveso. Además, requerirá un enorme consumo de energía eléctrica y de volumen de agua, lo que choca con la situación de emergencia por sequía que sufre la cuenca del Segre.

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