En una durísima comparecencia, el major de los Mossos Josep Lluís Trapero denunció una voluntad política, actual y pasada, de controlar el cuerpo con tics antidemocráticos y aseguró que intentaron apartar-lo de la estructura de mando.
En su comparecencia en la Comissió d’Estudi sobre el Model Policial, Trapero ha acusado a consellers y exconsellers y al actual director de la policía, Pere Ferrer, de no cumplir con la jerarquía del cuerpo policial: «El cuerpo no lo mandan cargos de confianza ni otras personas que no figuran en la jerarquía. Ellos no pueden dar órdenes a los mandos de la Generalitat ni utilizar su proximidad para dirigir nada desde la sombra».
De hecho, Trapero cree que le destituyeron como comisario jefe justamente por resistirse a estas presiones, lo que comportó su cese: «Fue una intromisión de cargos de confianza, eso los profesionales no deben permitirlo».
Trapero, que llevaba un año sin hablar, ha defendido también la jerarquía de los comisarios ante la voluntad de construir una policía política. «Es necesario poner coto a esas tentaciones de apartarla de la legalidad y de la necesaria neutralidad política y de abrazar el partidismo».
En este sentido, se mostró partidario de una jerarquía clara y criticó abiertamente el concepto de liderazgo coral que defiende la actual dirección de Interior. «Algunas formas de decisión pueden difuminar quién toma las decisiones y pueden ser una estrategia para traspasar límites», aseguró en el Parlament, donde también criticó los constantes cambios de comisario jefe en los Mossos d’Esquadra.