El coordinador general del PP, Elías Bendodo, ha asegurado que retomaría «esta misma tarde» las negociaciones con el Gobierno central para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) si el presidente Pedro Sánchez se compromete «por escrito» a no reformar el delito de sedición. En una rueda de prensa este lunes, Bendodo ha manifestado que las negociaciones con el ejecutivo español «están paralizadas, pero no rotas», y ha afirmado que la voluntad del PP para renovar el órgano judicial es «tajante».
«Solo necesitamos un gesto muy sencillo: que Sánchez se comprometa por escrito a no tocar el delito de sedición», ha expresado el coordinador general del PP, que ha acusado al presidente del Gobierno central de «mentir» y de haber «engañado» al partido. Según ha asegurado Bendodo, el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, les aseguró que la reforma de la sedición «no estaba sobre la mesa», por lo que los populares consideran que «el acuerdo lo rompe el PSOE» cuando la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, afirma en el Congreso que el compromiso de reformar este delito es «firme».
El dirigente del PP ha matizado que el acuerdo con el ejecutivo central sí estaba muy adelantado, pero no cerrado, y ha defendido que no lo rompió «ningún tuit ni llamada» de otros cargos del partido. En este sentido, Bendodo ha defendido que el líder del PP, Alberto Núñez-Feijóo, «escucha y consulta a todo el mundo», pero «toma sus propias decisiones». El vicesecretario de acción institucional del PP, Esteban González Pons, se ha pronunciado en términos similares a Bendodo y, en una entrevista en Onda Cero, ha asegurado que en la primera reunión de Sánchez y Feijóo en la Moncloa, «se pactó que no se tocaría el tema de la sedición».
Según Pons, la negociación sobre la renovación del CGPJ «no estaba cerrada» cuando el PP decidió suspenderla la semana pasada, puesto que faltaba tratar el «tema principal», el nuevo sistema de elección de los miembros del órgano judicial. «Una de las grandes novedades que contendría esta negociación era que no se negociaría ni la presidencia del CGPJ ni del Tribunal Constitucional, serían los magistrados y los vocales los que eligieran», ha explicado.