Jaume Roures critica que la CCMA sea transparente con el coste de las producciones externas

Dice en el Parlament que no sabe nada de los sobrecostes que cobraba Triacom por sus programas en TV3, desprecia a las diputadas y trata de “chicharelo” al periodista Pere Rusiñol

Jaume Roures, a la seva compareixença a la comissió de control de la CCMA al Parlament

Mañana triste en la comisión de control de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA) del Parlamento de Cataluña. Pocas veces verán a las diputadas y diputados de esta comisión la comparecencia de una persona que se haya mostrado con más soberbia y desprecio por su labor que la que ha hecho hoy el presidente de la productora audiovisual, Jaume Roures. Ha comparecido después de que la oposición de JxCat y ERC fuera insuficiente para forzar su presencia en el Parlament impulsada por el PSC y Ciutadans y respaldada por el resto de medios en una sesión de la comisión celebrada el pasado mes de junio.

Los portavoces de los grupos de la oposición han reclamado explicaciones a Roures de la relación de Mediapro con la productora Triacom, implicada en la supuesta financiación ilegal de Convergencia Democrática de Catalunya, de los contratos millonarios que recibe de la CCMA, de los 8 capítulos sobre el juicio del 1-0 que su socio Tatxo Benet quería vender a TV3 por 800.000 euros y que acabó colocando por 440.000, de la multa de 24 millones de dólares que tuvo que pagar por los sobornos hechos por sus empleados en el caso conocido como FIFAGATE o del porqué nunca ha querido dar a conocer cuánto dinero pagaba a Pilar Rahola por sus colaboraciones en el programa FAQS, entre otras cuestiones.

Roures ha sorprendido a los asistentes a la comisión al afirmar que «el portal de la Transparencia es un error porque pone en conocimiento público los precios con los que trabaja TV3». Ante las preguntas de las diputadas y diputados que ha suscitado esta afirmación, el socio gestor de Mediapro ha insistido en que el portal de la Transparencia de TV3 da a conocer unos datos que benefician a la competencia. La solución, según los parlamentarios presentes, no sería que TV3 sea menos transparente, sino que las televisiones públicas que ahora no comunican cuando pagan a las productoras externas sean más transparentes.

La relación de Mediapro con Triacom ha ocupado parte de la sesión y Roures ha afirmado que no sabe nada de las relaciones que tenía esta segunda productora con TV3, aunque la diputada del Grupo Mixto Lorena Roldan le ha recordado que su propietario, Oriol Carbó cobraba 200.000 euros anuales de la empresa que él preside.

En cuanto al FIFAGATE, Roures, en un tono despectivo, ha lamentado dirigiéndose a los diputados que «me sorprende que a veces no se escuchen las cosas» y ha negado que Mediapro haya sido procesada en este caso, a pesar de que Tatxo Benet pagó 24 millones de dólares a la justicia estadounidense para ahorrarse el juicio. También ha sorprendido a los presentes en la sala cuando ha dicho que los ocho capítulos del juicio del 1 de octubre fueron un encargo de TV3, lo que no encaja con que Benet pidiera ayuda a representantes del gobierno de la Generalitat para que los comprasen.

Roures ha negado que se pusiera al servicio de los intereses del comisario José Manuel Villarejo al invitarle al programa FAQS. Ha asegurado que quien le llevó fue el periodista Quico Sallés, colaborador del programa, y ​​que Villarejo no cobró nada por participar en él durante tres horas. De lo que cobraba otra colaboradora, Pilar Rahola, se ha comprometido a enviar una carta la próxima semana al presidente de la comisión, David Pérez, con los datos de su salario.

Y ha terminado su comparecencia insultando al periodista Pere Rusiñol, contra el que se ha querellado porque se consideró maltratado en una alusión que hizo a él en una entrevista en el diario Regió 7. En un momento de la comparecencia ha dicho «de Rusiñol hablaré al final para no ensuciar» y cuando ha hablado se ha referido a lo que puede afirmar «cualquier chicharelo diciendo tonterías por la calle». Tanto Susanna Segovia, diputada de En Comú Podem, como Anna Grau, de Ciutadans, han mostrado su solidaridad con Ruysiñol.

Para las diputadas presentes, Roures ha tenido un tratamiento que nunca se permite a los comparecientes, dirigiéndose a ellas por su nombre de pila. La diputada socialista Beatriz Silva le ha recordado que tiene apellidos.

Roures ha abandonado la sala sin pedir excusas y sólo ha saludado poco antes de marcharse, al director de TV3, Sigfrid Gras.

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