La secretaria general del Consejo de Europa, Marija Pejčinović Buric, ha señalado en un informe que defender la independencia de un territorio de forma pacífica se enmarca dentro de la libertad de expresión, así como el planteamiento de cambios estructurales o constitucionales de modo «democrático». El documento, titulado Libertad de expresión política: un imperativo por la democracia, defiende que el discurso del independentismo «pacífico» no puede perseguirse y, a pesar de no citar específicamente el caso catalán, se basa en el informe Cilevics, que reconocía a los líderes del proceso encarcelados como «presos políticos».
Pejčinović determina en el informe que las sanciones penales contra movimientos o discursos independentistas sólo tienen cabida en los casos en los que se incita a la violencia, y destaca la importancia de que los Estados protejan la libertad de expresión. En este sentido, la secretaria general del Consejo de Europa señala que plantear cambios en la estructura del territorio no es algo que pueda perseguirse, e indica que estos «cambios» incluyen también la promoción de la independencia de una región europea.
El informe de la institución europea se fundamenta en varios documentos y resoluciones de otros departamentos del Consejo de Europa, como la Asamblea Parlamentaria, la Comisión de Venecia, la Comisión Europea contra el Racismo y la Intolerancia o el Grupo de Estados contra la Corrupción (GRECO). También se basa en un acto académico de la Universidad de Ginebra con el apoyo del Consejo de Europa, en el que participaron organismos internacionales como el Grupo de Trabajo de Detenciones Arbitrarias de la ONU, que condenó al Estado español por vulnerar los derechos de los líderes independentistas catalanes encarcelados.
