El CNI catalán de Carles Puigdemont empieza a tener cara y nombres

Elies Campo, 'el héroe del Catalangate', Josep Maria Ganyet, colaborador del 'Tot es mou' de TV3 o Roger Vilaseca, miembro de la Asamblea de Representantes del Consejo de la República, implicados en las operaciones secretas del ex-presidente

El juez Manuel García Castellón, titular del juzgado de instrucción número 6 de la Audiencia Nacional, ha dado por cerradas las investigaciones de las iniciativas del ex presidente de la Generalitat Carles Puigdemont para crear una especie de servicio secreto formado por expertos en tecnología digital y activistas independentistas. Los informes aportados por la Guardia Civil a este sumario están ya a disposición de las defensas y acusaciones, al levantarse el secreto de sumario, lo que ha permitido poner cara y nombres a las personas que aparecen vinculadas o formando parte de este servicio que pretendía mantenerse en la discreción. En los informes se bautiza a este dispositivo humano como el ‘CNI catalán’.

La estrategia de la defensa de las personas investigadas en este sumario es desvirtuar las informaciones que incluye presentándolas como resultado de un espionaje ilegal. Coinciden en esta estrategia los abogados defensores, los políticos que aparecen citados en los informes y los medios de comunicación independentistas que han publicado algunas informaciones parciales.

Para encontrar los nombres de las personas a las que la Guardia Civil atribuye la integración en este CNI catalán no puede recurrirse a las publicaciones hechas por los medios independentistas. Es necesario acceder a los informes entregados en el juzgado de García Castellón. En estos informes encontramos dos grupos integrando el CNI de Puigdemont. A uno le denominan “órgano de gestión de la plataforma digital del Consell per la República Catalana”. El otro sería el encargado de crear una app (aplicación informática) que permita realizar votaciones masivas online y avanzar en la constitución de una república digital.

En el órgano de gestión de la plataforma digital del Consell de la República, aparecen cinco personas: Miguel Montero, Josep Maria Ganyet, Albert Vergés, David Ollé y Roger Vilaseca. La Guardia Civil atribuye a Montero, experto en inteligencia artificial, el liderazgo de este grupo y también gestionar el perfil de Twitter @CNICatalunya. Josep Maria Ganyet es un ingeniero informático que dirige la empresa Mortensen, autora de la primera web de la Assemblea Nacional Catalana, y que colabora en el programa Tot es mou, de TV3, además de pontificar como experto en los documentales que periódicamente emite esta televisión pública sobre el espionaje a activistas independentistas. Roger Vilaseca es miembro de la Asamblea de Representantes del Consell de la República y ha hecho bolos por toda Cataluña creando la red de grupos locales de este organismo.

Ganyet apareció en el programa FAQS, también de TV3, poco después de que el colectivo canadiense Citizen Lab publicara, el 18 de abril, el informe que bautizó como CatalanGate, según el cual los servicios secretos españoles habrían espiado con los softwares malignos Pegasus y Candiru unas sesenta personas partidarias de la independencia de Catalunya. Al FAQS también fue invitado Elies Campo, pieza imprescindible de la investigación que llevó a este Catalangate según la expresidenta de la Assemblea Nacional Catalana, Elisenda Paluzie. Campo, que fue contratado por Citizen Lab dos meses antes de publicar su informe, aparece en los informes de la Guardia Civil que destapan la voluntad de Puigdemont de crear una app que diera forma a su deseada república digital. Esta aplicación informática fue encargada a la empresa Vocdoni, de la que son o eran directivos Xavier Vives y Pau Escrich, dos de los expertos en tecnología digital que la entonces directora del CNI español, Paz Esteban, reconoció que habían sido espiados en una sesión especial de la Comisión de Secretos Oficiales del Congreso de los Diputados.

El sumario que ha dejado de ser secreto sobre el CNI de Puigdemont y sus relaciones con los CDR consta de unos 2000 folios. Los periodistas de investigación de verdad tienen trabajo estos días.

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