La contaminación del aire afecta más a niños y al sistema cardiovascular

Las Zonas de Bajas Emisiones son la medida de movilidad más efectiva para reducir los contaminantes

Imatge d’un tram de la Zona de Baixes Emissions (ZBE) de les Rondes de Barcelona, pionera a Espanya

La contaminación atmosférica se ha convertido en un grave problema de salud pública y, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es el principal riesgo ambiental que perjudica las zonas urbanas, sobre todo los colectivos más vulnerables como niños, gente mayor y personas con patologías. La OMS atribuye a la contaminación del aire unos 8 millones de muertes anuales y, según la Comisión Europea, en la UE mueren cada año de manera prematura 307.000 personas a causa de la contaminación por partículas, 45.000 a causa del dióxido de nitrógeno y cerca de 20.000 por el ozono atmosférico.

Según señala el geoquímico y profesor investigador de IDAEA-CSIC Xavier Querol, “las muertes prematuras que se producen en la UE se deben sobre todo a la agravación de enfermedades cardiovasculares más que respiratorias”. De hecho, como afirma Jordi Bañeras, cardiólogo del Hospital Vall d’Hebron especializado en el tratamiento de enfermedades cardiovasculares, este sistema “es el más afectado por la contaminación atmosférica”, que perjudica especialmente “el corazón, las grandes arterias y el cerebro”.

Bañeras explica que las partículas contaminantes que respiramos van hacia los pulmones “y pueden atravesar las membranas e ir hacia el torrente sanguíneo”. Aunque no pasen al flujo, “desencadenan una reacción inflamatoria que afecta todo el organismo” y pueden provocar que las arterias se hagan más pequeñas. La contaminación del aire ya se considera un factor de riesgo cardiovascular y puede causar ictus, infartos de miocardio y otras enfermedades graves, como el resto de factores de riesgo.

Un estudio revela que los días que hay unos niveles más elevados de contaminantes como las partículas o el dióxido de nitrógeno, se producen más ingresos de pacientes con infantes de miocardio en el área metropolitana de Barcelona. Infartos que, según concluye el estudio, son más graves y más letales. El doctor Bañeras indica que la mayoría de contaminantes provienen de la combustión de los vehículos, especialmente el diésel, y también del tráfico rodado, por el contacto de las ruedas con la carretera.

 

Un perjuicio para los niños

La contaminación atmosférica, según la pediatra Nuria Pericas, “afecta mucho más a los niños que a los adultos” a causa de los varios hábitos que tienen y de la inmadurez de su sistema inmune. De hecho, según señala Pericas, un 40% de las enfermedades relacionadas con el medio ambiente se dan en niños menores de 5 años, a pesar de que solo representan el 12% de la población mundial.

La mala calidad del aire puede afectar “cualquier sistema” de los niños, afirma la pediatra, y causar tanto problemas en las vías respiratorias como afectaciones el desarrollo cognitivo y conductual de los niños. Algunos cánceres como las leucemias se asocian más a contaminación ambiental y, según señala Pericas, también “el 33% de los casos nuevos de asma infantil en Barcelona”. Las alergias se agravian y aumentan y, en el caso del asma, “incrementa la incidencia, las exacerbaciones y la gravedad en personas predispuestas”.

Un estudio del Instituto Global de Barcelona (ISGlobal) muestra que “en escuelas donde el índice de contaminación asociado al tráfico rodado es más alto, hay una afectación con un retraso de la maduración cognitiva” y, en este sentido, la pediatra afirma que alejar los vehículos de las escuelas “es prioritario”. Sin embargo, “una cuarta parte de las escuelas de Barcelona están en zonas con niveles por encima de la legalidad de contaminantes”, señala.

La contaminación atmosférica también comporta efectos nocivos para la cognición de los adultos. Según Natàlia Vilor-Tejedor, investigadora del BarcelonaBeta Brain Research Center (BBRC), la mala calidad del aire tiene “un impacto directo en regiones específicas del cerebro” y, de hecho, se ha encontrado una relación entre las regiones cerebrales vinculadas al alzhéimer y la exposición elevada a contaminantes atmosféricos.

El 2020, la prestigiosa revista The Lancet consideró que la contaminación es un factor de riesgo para la demencia y, por lo tanto, para el Alzhéimer, y cuantificó que puede influir en un 2% en el desarrollo de la enfermedad. La investigadora admite que la relación entre la contaminación y el alzheimer es “compleja” porque es una patología influenciada por muchos factores, como el genético, pero señala que el BBRC ha comprobado que la mala calidad del aire también afecta de manera nociva personas sanas, causando una peor cognición.

Vilor-Tejedor destaca los efectos perjudiciales de los contaminantes que provienen del tráfico rodado y explica que, en comparación con las metrópolis, en las zonas donde no hay tantas emisiones se detecta una gran mejora cognitiva y de desarrollo de la patología. Según datos del AMB, los vehículos causan el 80% de las emisiones que se respiran al entorno metropolitano y, para los expertos consultados, la mejor manera de prevenir los efectos de la contaminación es reducir el número de vehículos contaminantes y fomentar la movilidad activa.

 

La eficacia de las ZBE

El geoquímico Xavier Querol asegura que el establecimiento de Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) es “absolutamente necesario” y una “pieza clave” para resolver el problema de la contaminación. De hecho, según la Alianza Europea de Salud Pública, es la medida de movilidad más eficaz porque restringe la circulación a los vehículos más contaminantes, dirigiéndose así al foco de las emisiones.

La ZBE Rondas BCN, que ocupa más de 95 km², incluye la capital catalana junto con el Hospitalet de Llobregat, San Adrià del Besòs, Esplugues de Llobregat y Cornellà de Llobregat, y es la más conocida y pionera en España. Según la Agencia Europea del Medio Ambiente, la ZBE Rondas BCN ha permitido reducir las emisiones en un 30%, pero no es la única existente en Cataluña: también se han implantado ZBE en Sant Joan Despí y en Sant Cugat. El jefe de servicio de movilidad sostenible del AMB, Marc Iglesias, explica que, según los datos provisionales, las ZBE “han permitido reducir de forma sustancial los vehículos más contaminantes que circulan -los que no disponen de la etiqueta de la DGT- que han pasado del 20% el 2017 a menos del 2% en la actualidad”.

Una realidad que pronto se trasladará al resto del Estado gracias a la nueva Ley de Cambio Climático y Transición Ecológica, que obliga a las ciudades de más de 50.000 habitantes y en las localidades de más de 20.000 que tengan problemas de contaminación atmosférica a instaurar ZBE. Esto permitirá mejorar la calidad de vida de los 24 millones de personas que actualmente respiran aire contaminado en estos grandes cascos urbanos, las cuales representan un 52% de la población española.

Según el director de servicios de movilidad sostenible del AMB, Carles Conill, la ZBE Rondas BCN será el modelo para implantar el resto del Estado. De hecho, el AMB collabora con el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana y con la DGT para ofrecer su experiencia, a la vez que ha elaborado una guía junto con la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) para que cualquier municipio tenga referencias en la hora de instaurar la ZBE.

El AMB destaca que una parte de los 158 millones de euros de los fondos Next Generation han ido destinados a la implantación de estas zonas y a la digitalización del transporte público, y señala que las últimas localidades que han presentado actuaciones para instaurar ZBE son Badalona, Castelldefels, el Prat, Santo Boi, Santa Coloma de Gramenet, Viladecans y Cerdanyola del Vallès.

(Visited 190 times, 1 visits today)
Facebook
Twitter
WhatsApp

avui destaquem

Deja un comentario