Los cambios en el sottogoverno catalán, a raíz de la salida de Junts del ejecutivo y del nombramiento de nuevos consejeros, incluyen la reincorporación a la Generalitat de Joaquim Nin, esta vez al Departamento de Investigación y Universidades como número dos de Joaquim Nadal, que fue consejero del PSC.
El caso de Nin es particular entre todos los nuevos integrantes del sottogoverno que no forman parte de ERC o su órbita: había sido dirigente local de Convergència y presidente de la Diputación de Tarragona, y hasta ahora era diputado del PDECat en la Diputación y alcalde de Albinyana (Baix Penedès), pero en la fase álgida del procés había sido secretario general del Departamento de la Presidencia, a las órdenes de los consejeros Neus Munté y Jordi Turull, cuando el presidente de la Generalitat era Carles Puigdemont.
Nin, de hecho, fue investigado y procesado por los preparativos del 1-O, y es uno de los altos cargos encausados por el Tribunal de Cuentas que se beneficiaron del aval que habilitó el gobierno de la Generalitat para que afrontaran ese caso.
