Finalmente, la coalición de gobierno de ERC y Junts ha saltado por los aires. Después de días de toma y daca, que empezaron en el pasado debate de política general cuando los posconvergentes se sacaron de la manga una posible cuestión de confianza contra el presidente Pere Aragonès, hoy se ha confirmado la ruptura. Junts deja el Govern tras consultarlo a los militantes, que por mayoría (55,73%) han votado la ruptura.
Una larga jornada que ha terminado con el presidente Aragonès descartando elecciones. El republicano ha dicho que «respeto, pero no comparto» la decisión de los hasta ahora socios. No habrá elecciones anticipadas porque, según ha dicho, «a la ciudadanía no se le sirve abandonando el país». Por eso, asegura, dedicará todos sus esfuerzos a «construir alianzas para hacer avanzar el país».
Aragonès se enteró del resultado de la consulta a través de una breve llamada telefónica de Jordi Turull, pocos minutos antes de que el partido haya hecho públicos los porcentajes de la votación.
El presidente, durante la tarde de este viernes, ha empezado ya a recibir las renuncias formales de los consellers. Jaume Giró, Victoria Alsina, Gemma Geis, Josep Maria Argimon, Lourdes Ciuró y Victoria Alsina abandonarán sus despachos en los siguientes días. El vicepresidente Jordi Puigneró ya fue destituido antes por el presidente.
Aragonès ha anunciado que renovará el consejo ejecutivo con la incorporación de nuevos consellers y conselleres, «personas comprometidas con el país y su gente» y que la designación de los nuevos miembros del gobierno se hará «con la máxima celeridad y con la voluntad de sacar adelante el resto de la legislatura». Fuentes del partido indican que Aragonès quiere incorporar a independientes que, en algún caso, puedan ser del agrado de sus posibles nuevos aliados.
En respuesta a las alusiones directas hechas por la presidenta de Junts Laura Borràs, en las que ha afirmado que «Junts gana y Pere Aragonès pierde», el presidente ha dicho que «se trata de que quien gane sea el país».
