¿Quién pagó los 100.000 euros que costaron las urnas del 1 de octubre de 2017?

No se sabe pero se sabrá pronto. Es uno de los muchos fracasos -voluntarios o no- del documental “La pirámide invisible. Las urnas del 1-O” que emitió TV3 el pasado 27 de septiembre, dentro de su programa Sense Ficció. La Corporación Catalana de Medios de Comunicación (CCMA) pagó a El Terrat de Gestiones XXI (Mediapro Studio) 95.000 euros para que hiciera este documental, una cantidad casi idéntica a los 100.000 euros que costaron las urnas que se hicieron servir en el referéndum organizado por el gobierno de la Generalidad.

De hecho, el documental también escondió los nombres y las caras de algunas de las personas implicadas en la logística para que las urnas llegasen a los puntos de votación designados por el gobierno presidido por Carles Puigdemont. Una de estas personas, un ciudadano que dijo que era de la Catalunya Nord, estaba en lo alto de esta logística. En el reportaje se le presentó como Lluís y nunca dio la cara. Se explicó que las urnas se habían comprado a la empresa china Smart Dragon Group, algo que ya se sabía desde hacía cinco años. Tian Riba, el conductor del documental, no le hizo la pregunta clave a Lluís. ¿Quién pagó las urnas? Afortunadamente, este dato está a punto de aparecer en los medios de comunicación.

El único dato nuevo que aportó la hora larga de épica independentista de “La pirámide invisible. Las urnas del 1-O” la aportó el periodista Quico Sallés cuando sugirió que las urnas llegaron a los puntos de votación no porque los que las trasladaron allí fueran muy listos sino porque las fuerzas de seguridad de estado no quisieron decomisarlas.

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