«Nosotros pensamos en la ciudad del futuro, pero también y sobre todo del presente»

Entrevista a Pere Soler, primer teniente de alcaldía del Ayuntamiento de Sant Cugat

El primer teniente de alcaldía del Ayuntamiento de Sant Cugat, Pere Soler (PSC)

¿Cómo ha encajado una ciudad como Sant Cugat, una de las más acomodadas de Cataluña, el gobierno municipal de izquierda plural (ERC, PSC y CUP) en el que participas como primer teniente de alcaldía?

Creemos que la ciudad ha entendido perfectamente la necesidad de cambio, después de 32 años de un gobierno monocolor con una política de escaparate y praxis al frente de la gestión, y una falta de transparencia que no podemos compartir, y también que había que pasar página. No sé si catalogarlo de higiene democrática, pero lo que sí es cierto es que había que hacer esta sacudida en nuestra administración local para desatascar muchos de los proyectos y para dotar a la ciudad de mecanismos, programas y servicios más progresistas y que más favorecían a la mayoría de la ciudadanía.

En un mandato condicionado durante más de dos años por el covid, ¿qué metas más remarcables ha materializado el Ayuntamiento?

Efectivamente, la pandemia marcará este mandato no sólo por los dos años de parálisis, sino por sus efectos y sus consecuencias. Hemos acercado el Ayuntamiento a la ciudadanía y mantenido un contacto directo con todos los actores, doblando el presupuesto del ámbito de servicios sociales para dar cobertura a las necesidades de las personas más vulnerables, hemos estado al lado del tejido empresarial y del comercio para ayudar a mitigar los efectos de la covid. Estamos organizando el Ayuntamiento para redimensionar los servicios y contratos de acuerdo con el crecimiento de la ciudad. Hemos activado numerosos proyectos pensando siempre en el bienestar de la ciudadanía, de la mayoría, y en una ciudad más sostenible.

¿Qué puntos del programa de acción municipal le quedan por poner en marcha?

La pandemia nos ha detenido muchos proyectos, sobre todo inversiones, ha hecho que la urgencia supere cualquier estrategia de gobierno, pero soy optimista y tendremos un importante desempeño de nuestro plan de actuación municipal. Es muy probable que la puesta en marcha de una nueva empresa de servicios nos ayude a optimizar, absorber y remunicipalizar servicios propios. Somos conscientes de que no podremos hacerlo todo, pero lo dejaremos bastante encarrilado en el siguiente mandato, así lo haremos.

¿Tiene todavía Sant Cugat capacidad de crecimiento urbanístico y demográfico, tras la “explosión del ladrillo” de las últimas décadas?

Muy poco. Precisamente, estamos planteando el crecimiento urbanístico por la parte sur, el futuro barrio de Can Ametller, con una nueva concepción, con equilibrio en usos del suelo e intensificando la altura para conseguir más vivienda, pero también contemplando equipamientos y espacios de actividad económica y comercial. Esto debería permitirnos aumentar el parque de vivienda de alquiler asequible e incidir en el precio de mercado abaratando el coste del alquiler. Nos hemos puesto el objetivo de llegar al 10% en vivienda protegida. Calculo que la ciudad no podrá crecer más de 110/120.000 habitantes.

En el pasado, la corrupción manchó el buen nombre del Ayuntamiento de Sant Cugat. ¿Qué medidas ha adoptado el equipo de gobierno para erradicar esta lacra?

Más allá de facilitar la información a Antifraude y denunciar todo lo que hemos visto poco transparente, estamos transformando la organización interna, con nuevos procedimientos y filtros, de la mano del área de transparencia y buen gobierno. Necesitamos herramientas para poder realizar un mayor control, pero al mismo tiempo que no sea obstruccionista y haga más ágil la gestión. El clientelismo existía en muchos ámbitos, hay praxis que ha costado cambiar, pero estamos satisfechos de haber detenido ciertas prácticas o formas de hacer, hemos tenido que batallar contra el «siempre se ha hecho así».

Siempre se ha dicho que Sant Cugat es una ciudad con un alto poder adquisitivo y así lo demuestran las cifras, pero ¿realmente el Ayuntamiento puede hacer frente a todos los gastos con los ingresos que tiene?

Ciertamente, Sant Cugat siempre sale en los indicadores de renta per cápita más elevados, pero también podemos afirmar que es un municipio desigual, entre el que más tiene y el que menos. El nivel de ingresos es importante, con un presupuesto que supera los 150 millones de euros, pero a la vez es insuficiente si se quieren abordar todas las políticas sociales y de igualdad, así como un mantenimiento óptimo de la ciudad. Es un Ayuntamiento mal dimensionado en cuanto a los recursos y servicios, con una infradotación de personal y con una parte importante de los contratos de servicios caducados: no se había previsto el crecimiento de la ciudad. Esto se llama falta de previsión y planificación. Nosotros pensamos en la ciudad del futuro, pero también y sobre todo del presente.

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