Giorgia Meloni, la ultra que puede liderar Italia

El pasado mes de abril fue Francia, el país fundacional de la Unión Europea, donde se celebraban elecciones y se temía que la ultraderechista Marine Le Pen lograra la presidencia de un país donde el jefe de Estado no es una figura decorativa, sino quien marca la línea de la acción política y económica del país. Afortunadamente, en parte por el cordón sanitario, ganó a Emmanuel Macron.

Ahora es en Italia, otro país fundador de la Unión, donde las encuestas dicen que el próximo domingo, 25 de septiembre, la más votada será la ultraderechista Giorgia Meloni, de los Hermanos de Italia. Y dada la nueva ley electoral italiana, conocida como Rossatellum, que beneficia a las coaliciones o blogs, dando 148 diputados a la lista o coalición más votada de cada circunscripción, hará que, más allá de que Hermanos de Italia sea el partido más votado, el bloque de derechas formado por los Hermanos de Italia de Meloni, la Liga de Matteo Salvini y el Força Italia de Silvio Berlusconi obtengan la mayoría en la cámara y formen un gobierno de coalición con Meloni de primera ministra.

El segundo partido, según las encuestas, será el Partido Democrático de Enrico Letta, pero dada la debilidad de las demás fuerzas de izquierdas, su bloque quedará muy lejos del conservador. En tercer lugar está el populista Movimiento 5 Estrellas, de Giuseppe Conte, responsable de derribar al gobierno de Mario Draghi y de la convocatoria de estas elecciones.

La guerra de Ucrania ha tenido el efecto colateral de revertir el antieuropeísmo y el rechazo a las instituciones comunitarias por parte de la ultraderecha europea. Así, tanto el presidente polaco, Andrzej Duda, como el primer ministro, Mateusz Morawiecki, del partido Ley y Justicia, buscaron el cobijo de las instituciones europeas y otros organismos internacionales, por el peligro que representaba el expansionismo ruso para Polonia, país fronterizo con Ucrania. Ley y Justicia está encuadrado en Europa en el grupo de los Conservadores y Reformistas, el mismo donde se encuentra Vox, y el húngaro Viktor Orbán queda al margen de este acercamiento a Bruselas, ya que mantiene su buena relación personal, económica y energética con Vladimir Putin.

Giorgia Meloni se puso del lado de Bruselas con respecto a Ucrania, mucho antes que Salvini, amigo hasta hace poco de Putin. La candidata ha moderado su discurso, intentando alejar, tanto a su partido como a su persona, del neofascista Movimiento Social Italiano, de donde provienen. Hermanos de Italia está integrado en el Parlamento Europeo en el grupo de los Conservadores y Reformistas donde se encuentran Ley y Justicia de Polonia y Vox. Es el grupo, por decirlo de forma llana de la ultraderecha católica y contraria a los avances del movimiento feminista, derechos LGTBI y al aborto, a diferencia del otro grupo, Identidad y Democracia, donde se encuentra Marine Le Pen o Alternativa por Alemania, defensores del derecho al aborto y sin hostilidad alguna respecto a los derechos de las mujeres y de los homosexuales.

En el acto de Vox del 13 de junio en la campaña electoral andaluza, en el que participó Meloni, la líder de Hermanos de Italia clamó a favor de la cultura de la vida y contra la cultura de la muerte, en relación con el aborto y la eutanasia, y contra los lobbies LGTBI. Pero ahora, en todas las entrevistas que le hacen, afirma que no va a derogar la ley del aborto, sino que lo que propone es dar alternativas a las mujeres embarazadas en situaciones sociales económicas o familiares difíciles.

Pese a este supuesto alejamiento de la ultraderecha en cuanto a las propuestas políticas y sociales, recuperó el lema “Dios, patria y familia” para su campaña, un lema creado en 1931 por el secretario general del Partido Nacional Fascista Giovanni Giurati, que propugnaba un sistema social basado en el orden, la disciplina y la obediencia. En lo que sí se ha mostrado coherente Meloni, y no ha cambiado, ha sido en vincular directamente durante toda la campaña la delincuencia a la inmigración, lo que también ha hecho su socio Matteo Salvini,

Así, la campaña electoral comenzó con la instrumentalización xenófoba por parte de Giorgia Meloni del vídeo de una violación callejera en Piacenza. Meloni tuiteó el vídeo de la violación denunciando que el agresor era un demandante de asilo, vinculando inmigración y violencia sexual, práctica habitual también de Vox. Sin embargo, la víctima denunció que como consecuencia de la difusión del vídeo, se la reconocía y había sido identificada por la gente, lo que había incrementado su sufrimiento.

Susana Alonso
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