El diputado de JxCat Francesc de Dalmases ha apelado, en la comparecencia que ha hecho esta mañana en la Comisión de Control parlamentario de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA), al “contexto político”, a los “políticos en el exilio” y a la aplicación del artículo 155 de la Constitución para justificar su comportamiento en TV3 el pasado 9 de julio después de la entrevista que se hizo a la entonces presidenta del Parlament, Laura Borràs, en el programa FAQS. El director de FAQS, Pere Mas, ha explicado en su comparecencia que Dalmases cogió por el brazo a la subdirectora del programa, Mònica Hernández, la llevó a una sala de invitados, que en TV3 conocen como “el trenet”, se encerró dentro con Borràs y otros dos miembros de su séquito y la abroncó por la forma en que se había desarrollado la entrevista. Dalmases golpeó las paredes y el mobiliario de la sala mientras gritaba expresiones como “mala periodista”, “programa de mierda”, “me has traicionado” o “presentadora patética”.
En su intervención, Dalmases ha asegurado que no había coaccionado a la subdirectora de FAQS y que todo se había limitado a una reunión de menos de tres minutos con las puertas abiertas. «Tuve una discusión pero no hubo ninguna amenaza», ha explicado y ha pedido que se tuviera en cuenta que «todo lo que pasó aquella semana tiene un contexto». Se ha referido a una semana porque la noticia de su comportamiento el 9 de julio en TV3 no se hizo pública hasta una semana después cuando EL TRIANGLE la adelantó y después la recogieron y la ampliaron eldiario.es y naciodigital.cat. Ha asegurado que «la fuerza que yo puedo tener es muy pequeña vista la bola de nieve que se ha creado» y ha reconocido que negoció con Hernández el formato de la entrevista a Borràs y que su enfado vino, precisamente, de que, a su juicio, no se respetó el formato que se había pactado.
Que se pactara el formato y ciertos términos de la entrevista ha sido uno de los motivos de escándalo de los diputados y diputadas de la comisión de control de la CCMA. Dalmases ha dicho que es hipócrita negar que se producen estos pactos y ha asegurado que a menudo se realizan en las propias salas del Parlament. “Todas las entrevistas tienen negociación previa. He vivido episodios larguísimos por la iluminación de una entrevista”. Pere Mas ha afirmado que «no es habitual negociar las entrevistas pero no es ninguna anomalía».
La víctima de la bronca de Dalmases no quiso denunciar los hechos, según Pere Mas, porque, entre otras razones, se produjo a raíz del penúltimo programa de la temporada y muchos trabajadores de la productora que lo realiza –El Terrat de Gestiones XXI-Mediapro- tenían miedo de que si se filtraba el escándalo peligraría su futuro laboral. Ha dado a entender que Dalmases o Laura Borràs podían ejercer presiones en ese sentido.
La diputada socialista Beatriz Silva ha anunciado que su grupo ha pedido a la Mesa del Parlament que adopte medidas contra Dalmases. Su comportamiento será estudiado por la Comisión del Estatuto del Diputado, quedeberá decidir si propone su cese. Las diputadas de En Comú Podem y Ciutadans, Susanna Segovia y Anna Grau, han pedido su dimisión. Grau ha afirmado que Dalmases era, al fin y al cabo, “una cabeza de turco. Todo esto es una escenificación y se resume en que antes mandaban ustedes en la CCMA y ahora lo hacen ERC y los socialistas”. La portavoz de ERC, Raquel Sans, ha estat especialmente dura. Ha dicho que era «muy irresponsable minimizar esta situación», que «cuatro contra uno no es una discusión» y que Dalmases hace un «flaco favor» al pretender poner un contexto político a su comportamiento descontrolado y amenazante de ese día. «Yo soy así, siempre voy de cara», se ha justificado el diputado de Junts.
