El expresidente del FC Barcelona Sandro Rosell ha presentado en la Audiencia Nacional una querella por los delitos de organización criminal, denuncia falsa, detención ilegal y falsedad en documento oficial por parte de un funcionario público contra la trama parapolicial de la denominada operación Cataluña, revela El Periódico.
Rosell, entre otros, se dirige en los tribunales contra el excomisario José Manuel Villarejo, hombre clave de la trama parapolicial urdida contra el independentismo catalán por el ministerio del Interior durante la etapa del ministro Jorge Fernández Díaz, el exinspector Antonio Giménez Raso, el exjefe policial de asuntos internos Marcelino Martín-Blas, y también contra el agregado del FBI en la embajada de EEUU en Madrid en 2015, Marc L. Varri, al que considera cercano a Villarejo.
El expresidente azulgrana atribuye los casi dos años que pasó en prisión preventiva, antes del juicio del que resultó absuelto, a un plan de esta trama para investigarlo y perjudicarle. El ser presidente del Barça y el hecho de que algunos «responsables de las cloacas le consideraban próximo al independentismo», según un fragmento de la querella revelado por El Periódico, «puso el querellante en el punto de mira de dicho entramado delictivo”, sostiene Rosell.
La querella, según la misma información, se basa en publicaciones periodísticas sobre la trama de la operación Catalunya, entre ellas los audios de conversaciones, difundidos por el digital El Món, en los que el exlíder del PP catalán y senadora Alicia Sánchez- Camacho destacaba que la familia Rosell fue una de las fundadoras de Convergència y reclamaba a Villarejo que investigara al expresidente del Barça. No obstante, la querella no se dirige contra Sánchez-Camacho, sino que deja en manos del juez que remita el caso al Tribunal Supremo, por la condición de aforada de la senadora.
