Los vecinos de Portbou (Alt Empordà) no pueden consumir agua del grifo por recomendación del consistorio, ya que se ha encontrado una concentración de determinados valores superiores a los límites establecidos. Según ha informado la compañía Agbar, se ha detectado una alta concentración de turbidez, hierro y manganeso, así como la presencia de una microalga que habría aparecido por la falta de lluvias y las altas temperaturas de este verano.
El Ayuntamiento del municipio ha recomendado a los ciudadanos no beber ni cocinar con agua del grifo, y desde este fin de semana un camión cisterna reparte agua para abastecer a los vecinos, hasta que la situación se solucione. Según ha explicado el alcalde de Portbou, Xavier Barranco, Salut avisó al consistorio de las anomalías detectadas y, aunque «los informes de las analíticas no dicen que el agua no sea potable», se optó por recomendar a la población que no la consumieran.
Barranco ha señalado que todo empezó cuando detectaron una avería en la captación del pantano, a mediados de julio, y que entonces se realizó «una reparación de urgencia». «Cuando se comprobó que el agua estaba correcta, se reconectó al pantano y desconectamos la desaladora de ósmosis que tenemos para realizar mantenimiento», ha indicado. El 30 de agosto se detectó la anomalía en determinados valores del agua, y «esto ha provocado que el circuito de potabilización del agua haya colapsado», ha concluido el alcalde de Portbou.
