Pilar Rahola estrena hoy, martes 6 de septiembre, columna de opinión semanal en El Periódico de Catalunya. Su fichaje por el diario que dirige Albert Sáez desde mayo del 2020, ha dejado en estado de shock a la inmensa mayoría de quienes la consideraban un referente imprescindible del independentismo radical personificado en el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont y ex-presidenta del Parlament Laura Borràs. Muchos de los que le han aplaudido mientras defendía el independentismo más intransigente en los programas FAQS y Tot es mou de TV3 no entienden ahora que haya aceptado colaborar con un diario que asocian con el españolismo.
Rahola colgó el domingo día 4 en Twitter el anuncio de El Periódico de su incorporación como columnista, con un texto telegráfico: «A partir de este martes, cada semana en @elperiodico_cat». A las pocas horas, en el hilo de este mensaje ya habían aparecido más de quinientos comentarios, en los que predominaban los lamentos, quejas, incredulidad, reproches e insultos tan habituales en esta red.
Uno de los primeros en apuntarse a criticar a Rahola por su decisión de escribir semanalmente en El Periódico fue Albert Donaire, líder de Mossos por la República y miembro del Consell per la República Catalana. «Ostras, no podría escribir en el mismo medio que lo hace el machista y homófobo del @albertsolerbufi«, escribió. Entre los tuiteros enojados con la tertuliana y escritora abundan los que se presentan como miembros del Consell per la República que preside Puigdemont. Por ejemplo, @almat49, que, además de destacar en su perfil que es miembro de este Consell afirma que es catalán, a punto de tener Estado propio y caminando siempre Ítaca. Escribe: “¿Y quién te leerá, quién compra este panfleto españolista? Vas de capa caída, chica…”. Un usuario con la etiqueta “Jesùs. Consell per la República Catalana” le reprocha “Pilar, vas para atrás como los de ERC”.
También abundan los que se definen como CDRs. Es el caso de Maria Villaroya i Garriga, que resume su reacción con una palabra: “Verguenza”. Mei Ventura, “luchadora incansable por la República Catalana”, le envía este mensaje a Rahola: “¡Ahora sí has caído por el acantilado! Adiós guapa, dejo de seguirte”. Algún usuario de Twitter dice que bloqueará a Rahola en su perfil y otros, como Asun o Tere Ma Pa, la tratan de “chaquetera” o “pesetera”. Roc Ferrandell escribe «¡¡¡Botiflera!!!«, el mismo adjetivo que emplea Joel Felip, que dice que trabaja de fotógrafo en el departamento de comunicación del ayuntamiento de Palau d’Anglesola.
Maria, “catalanista, republicana y lectora”, le espeta “¡¡¡Has caído muy bajo!!!”. @GemmaSalaBonet escribe: “¿En the nota escribirás? Qué vendida”. “The nota” es cómo se refieren a El Periódico los independentistas que no perdonan que este diario publicara una nota supuestamente de la CIA donde se advertía a los Mossos d’Esquadra del peligro de un atentado en La Rambla de Barcelona en el verano del 2017. Joan Maines, “empresario, independentista y republicano. Mi presidente @krls, mi Cambra, Eines de País”, se lamenta: “Si que has caído hondo, chata… entiendo que hay que vivir, pero escribir en casa del 155 y en «the note» supera toda expectativa”. Amira, “catalana de nacimiento y pensamiento. Independentista pero no lirista” llega a la amenaza: “¿No tienes vergüenza, publicar en The Nota? Y no sólo eso. Nos vemos en las calles, FDG”. Toni le recuerda a Rahola que ella comparó El Periódico con el diario oficialista ruso Pravda y adjunta la captura de pantalla que lo atestigua.
A lo largo de todo el hilo, Pilar Rahola sólo interviene en dos ocasiones. En una, responde a Pere Llorente, «independentista imputado», que le recrimina que trabaje en un diario «unionista y sociata». La tertuliana le pregunta «¿Hay alguno que no lo sea?». Y un puñado de tuiteros le sugieren que colabore en Vilaweb, El Punt Avui o Nació Digital. A Dolors Ribas Rojas, que le pregunta si mantendrá su “esencia” en El Periódico le contesta: “Evidentemente. O no escribiría. Me mantuve en mis convicciones en la Vang a pesar de las presiones. Ahora haré lo mismo. O digo lo que pienso y siento o no escribo. Un abrazo”. Es el único abrazo que da a los cientos de ex-simpatizantes que han llenado su perfil de Twitter de quejas e improperios a raíz de la nueva colaboración periodística que comienza hoy.
