La Mesa del Parlament ha ratificado este jueves la suspensión de los derechos y deberes de Laura Borràs como diputada y ha rechazado la petición de reconsideración de Junts, que ha pedido antes de que empezara la reunión que se tenga en cuenta el dictamen del Comité de Derechos Humanos de la ONU que señala que el Estado vulneró los derechos políticos de Oriol Junqueras, Jordi Turull, Raül Romeva y Josep Rull al suspenderlos sin una sentencia condenatoria. Sin embargo, los deseos de Junts no se han cumplido, y ERC ha insistido en diferenciar el caso de la expresidenta del Parlament del que han valorado las Naciones Unidas.
«Mezclar represión con corrupción es hacer un flaco favor al independentismo«, ha señalado la portavoz y secretaria general adjunta de ERC, Marta Vilalta, en declaraciones a los medios. Vilalta ha insistido en que los casos no son equiparables «de ninguna de las maneras», y ha señalado que «quien quiera equiparar la implicación de Jordi Turull por haber hecho el 1-O con el caso Borràs donde hay acusaciones por delitos vinculados con la corrupción se equivoca».
La portavoz republicana ha manifestado que hay que separar la «causa general» contra el independentismo de «causas personales», y ha advertido a Junts de que no encontrarán en ERC «haciendo piña para intentar tapar sombras vinculadas a la corrupción». «Es una línea roja que no vamos a traspasar. No podemos flirtear con malas praxis o mal servicio público», ha concluido Vilalta.
