El independentismo está celebrando como una victoria el dictamen del Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas que afirma que el Estado español vulneró los derechos políticos de los exdiputados Oriol Junqueras, Raül Romeva, Josep Rull y Jordi Turull. Aunque se trata de un informe no vinculante, el secretario general de Junts, Jordi Turull, ha afirmado que es una «victoria internacional del independentismo contra el Estado español y sus represores con toga».
En una entrevista en Catalunya Ràdio, Turull ha descrito el dictamen como «una gran bofetada» y lo ha considerado una «victoria política y moral» también contra el magistrado del Tribunal Supremo Pablo Llarena. Sin embargo, no confía en que haya consecuencias considerables a raíz del informe de la ONU: «No somos demasiado optimistas porque normalmente la reacción del Estado a las bofetadas siempre va en la dirección contraria, a adentrarse más en el error», ha manifestado Turull.
En la misma línea que el secretario general de Junts, el exconsejero Josep Rull ha señalado a través de Twitter que «ante esta estrujada, en un Estado de Derecho homologable habría consecuencias fulminantes«, una situación que, como Turull, no confía en que se produzca.
La CUP exige una condena
Como el resto de formaciones independentistas, la CUP ha valorado positivamente el dictamen del Comité de DDHH de la ONU y ha destacado que «pone en evidencia que el Estado español es antidemocrático». Sin embargo, la formación anticapitalista ha ido más allá que ERC y Junts y ha pedido una condena para España.
«Que la vulneración de derechos humanos no quede impune, que el Estado sea condenado y sus responsables asuman responsabilidades«, ha expresado el partido a través de su cuenta de Twitter. Una petición que ha compartido el secretario tercero de la Mesa, el cupero Carles Riera, quien también ha pedido «justicia y reparación».
