Después de seis semanas de altas temperaturas en el mar, hasta los 30 grados, los productores calculan que han muerto 150.000 kilos de la cosecha de mejillón en la bahía del Fangar, en el Delta del Ebro. Tampoco ha resistido el millón de kilos de crías que estaba preparado para la próxima campaña. Esto ha supuesto un coste adicional de 1’5 millones de euros.
La Federación de Productores de Moluscos del Delta del Ebro (Fepromodel) ha pedido que se actúe rápidamente para garantizar la circulación del agua. Ha reclamado que se reabra la bocana de la bahía, donde se acumula arena a un ritmo de cierre de cerca de 25 metros cada año.
Reabrir la bocana de la bahía
El Gobierno de Pere Aragonès anunció a principios de este 2022 que dragará la bocana de la bahía para trasladar la arena que se acumula progresivamente. El Plan estatal de protección del Delta incluye actuaciones en este sentido.
Los mejillones fallecen cuando pasan más de diez días seguidos a más de 28 grados. La cosecha de ostras ha resistido, porque esta especie aguanta mejor las elevadas temperaturas.
