Consecuencias de la sequía en Catalunya: restricciones, garrafas y duchas escasas

La alerta hidrológica se ha activado en 279 localidades catalanas, donde viven más de 683.000 personas

Restos de la iglesia al Pantano de Sau en Osona (Wikimedia Commons)
Restos de la iglesia al Pantano de Sau en Osona (Wikimedia Commons).

Cambios de horario de las rutinas, duchas escasas y problemas para lavar los platos son solo algunas de las consecuencias que la sequía está teniendo en Catalunya y que están sufriendo ciudadanos como los vecinos de poblaciones de la comarca de la Conca de Barberà (Tarragona).

Los pantanos catalanes están por debajo del 39% de su capacidad. Se ha activado la alerta hidrológica en 279 localidades catalanas, donde viven más de 683.000 personas, y ya está teniendo consecuencias en el suministro de agua en esta zona de Tarragona.

Restricciones horarias

El 17 de agosto el Ayuntamiento de L’Espluga de Francolí (Tarragona) empezó a cortar el suministro de agua de diez de la noche a siete de la mañana por la disminución progresiva de los niveles de sus pozos y la falta de lluvia. Ha pedido a municipios cercanos que les hagan llegar camiones cisterna para abastecer a sus vecinos.

“Regamos los jardines con agua no potable y no llenamos las piscinas. En las casas más antiguas dejamos garrafas con agua dentro del baño para poder usarla durante las horas restringidas”, ha explicado Olga Herrerias, vecina de l’Espluga de Francolí, en declaraciones a El Periódico de Catalunya.

Las restricciones en el uso del agua se han realizado en varios municipios de la Conca de Barberà como Santa Coloma de Queralt, Passanant i Belltall, Llorac, Forès, Les Piles y Sarral.

La “mala gestión” del agua

El Ayuntamiento de Passanant i Belltall también ha cortado el suministro durante 12 horas cada día, de siete de la tarde a siete de la mañana, porque los pozos se han secado, según ha informado la concejala de Cultura y Ruralidad, Míriam Berengué. “Esta sequía ha perjudicado nuestros cultivos y ha causado incendios”, ha explicado.

Berengué ha denunciado que se han tenido que realizar restricciones por la “mala gestión política” de instituciones como el Consejo Comarcal y la Agencia Catalana del Agua (ACA), que, ha asegurado, “también son responsables de esta situación”. “¿Por qué no tenemos depuradoras y por qué todavía mantenemos una gestión del agua del siglo pasado?”, ha cuestionado.

La edil no entiende por qué “tantos pueblos no tienen agua potable en pleno siglo XXI”. “Hay pueblos que llevan meses sin agua. Parece que nos quieran dejar morir de abandono”, ha lamentado.

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