El entorno de Junts ha lanzado una campaña de desprestigio personal contra el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, en base a la operación policial que ha desmantelado una red que producía marihuana ilegalmente en cuatro plantaciones, una de las cuales se encontraba en Pineda, en una nave industrial propiedad de su padre, que también se llama Pere Aragonès. La red social de Twitter se ha llenado de críticas al presidente de la Generalitat a raíz de este hecho. Parte de estos mensajes también han criticado que otra nave industrial de Pineda sirviera como garaje de las furgonetas de los 350 policías nacionales que se desplazaron al Maresme, en octubre del 2015, porque el país estaba en nivel 4 de alerta antiterrorista, atribuyendo también su propiedad a Pere Aragonès padre. Hay mensajes que mezclan estas acusaciones con críticas a la política de ERC en relación con la comunidad musulmana.
El concejal de Cultura, Enseñanza y Deportes de Altafulla, Héctor López Bofill, de Junts per Catalunya, fue uno de los primeros en lanzar esta campaña con un tuit del 14 de agosto: “Un tema de narcotráfico que nada tiene que ver con la persona investigada. Así empezó la persecución contra la MHP @LauraBorras. Veremos, pues, la dimensión del pacto ERC-PSOE si el deep state tira (o no) de los hilos de los asuntos turbios que afectan a la familia del MHP @perearagones”. Hay muchos mensajes que acusan a los medios de comunicación de tratar de forma diferente el caso del juicio a la expresidenta del Parlament Laura Borràs y este asunto, que afecta a la familia de Pere Aragonès.
La defensa de Borràs aparece en bastantes tuits. «Y él y su «tropa» no tienen vergüenza de lo que le han hecho y hacen a Laura Borràs, como dice el dicho: todo ladrón cree que todos son de su condición», escribe una usuaria de la red. “Y después echan a una diputada como es debido, por una supuesta partición de facturas, que solo lo ven ellos y un juez capaz de juzgar a un independentista por tirarse un pedo en la calle. Ni un fiscal ve nada», opina otro. “@gobierno @parlamentcat… ¿pediréis un paso al lado al presunto narco @perearagones? ¿Seréis ahora también tan buitres y miserables como lo fuisteis con @mhp_LauraBorras?.. ¡Seguro que no, desgraciados!”, subía el tono un tercero. “Esto no lo dicen en el TN. Si fueran de Junts, todos los tertulianos atacando. Con este tipo todos mudos y en su casita», se lamentaba otro.
El catedrático de Ciencia Política Ramon Cotarelo, que se ha caracterizado en los últimos tiempos por sus duras críticas a ERC, ha escrito en Twitter: “Un abuelo franquista. Un padre que ha hecho negocios en paraísos fiscales y se acogió a la amnistía de Montoro. Una familia que recibe millones de España y tiene una nave alquilada a narcotraficantes y otra a los piolines: es el contexto familiar de @perearagones”. Cotarelo rectificó en cuanto a la nave alquilada a piolines de la que hablaba en el primer tuit. “Parece que la nave con furgos de los piolines no es de los Aragonés. Ojo con los bulos”, escribió en otro post. Pep Térmens, que se presenta como militante del Consell per la República Catalana, añadió este comentario al primer tuit de Cotarelo: “¡Lo que está claro es que el abuelo del presidente de la Generalitat fue el alcalde y cacique franquista de Pineda de Mar!”.
Entre el alud de mensajes y memes criticando o insultando a Aragonès, ha aparecido algún denunciando la que consideran una campaña del partido que dirigen Laura Borràs y Jordi Turull. Una tuitera la imputa a “los excitables de Junts” que, según ella, “han abierto la veda con la marihuana de la nave alquilada en Pineda. ¿Os imagináis a alguien de ERC diciendo que Borràs y los de Junts hacían negocio o se drogaban con la mercancía del amigo Isaías? Ésta es la diferencia. Esto es lo que rompe puentes”.
No han faltado un buen puñado de fotomontajes, vídeos y memes de Pere Argonès rodeado de hojas de marihuana. O un vídeo grabado por el periódico ARA en el que se preguntaba a cuatro líderes políticos si habían fumado marihuana alguna vez. Tres de ellos –Laura Borràs, Dolors Sabater y Salvador Illa– decían que no. Uno decía que sí. Era Pedro Aragonés.
