Carlos Vilarrubí y Carrió. El hombre que pasó de hacer de chófer de Jordi Pujol en los años de la transición a marido de Sol Daurella, la mujer más rica de Cataluña, y a presidir actualmente la Academia Catalana de Gastronomía y Nutrición ha pedido al Institut d’Estudis Catalans (IEC) que incluya la palabra ‘chiringuito’ en el diccionario normativo de la lengua catalana.
Vilarrubí ha hecho esta petición a través de un artículo publicado en La Vanguardia el pasado 6 de agosto en el que defiende que ‘chiringuito’ es “una palabra insustituible, de uso habitual entre la mayoría de los hablantes y en los ámbitos económicos y profesionales implicados”. Recuerda en el artículo que han utilizado esta palabra escritores como Quim Monzó, Josep Pla, Joan Fuster o Montserrat Roig. Realiza esta solicitud en nombre de la Academia Catalana de Gastronomía y Nutrición que preside y argumenta que la reivindicación del término ‘chiringuito’ es “el resultado de que nuestra sociedad la ha asumido con éxito, con independencia de su origen castellano, y ya forma parte de nuestra visión del mundo”.
El catalán normativo traduce ‘chiringuito’ por ‘guingeta’, pero Carles Vilarrubí considera esta opción “un sustantivo de inspiración francesa que no tiene la plasticidad, ni la fuerza, ni el ascendente que se merece la palabra que denomina el establecimiento popular donde se sirven bebidas y comidas cerca o dentro de las playas”. Para él, “incorporar chiringuito al diccionario da rango oficial a lo que es un hecho absolutamente natural entre los catalanohablantes”.
Los puristas de la lengua –léase Carme Junyent, Josep Maria Virgili o Vicent Partal– aún no se han pronunciado sobre si podemos llamar en catalán ‘chiringuitos’ a los ‘chiringuitos’ o debemos seguir llamándolos ‘guinguetes’. Y si tenemos que escribirlo con ‘ch’ o con ‘x’. Vilarrubí, en su artículo en castellano en La Vanguardia, lo hace con ‘ch’. Vete tú a saber si, con esta petición, un catalanista de toda la vida como él pasa a engrosar la amplia lista de ‘nyordos’ i ‘botiflers’ que aumentan cada día los independentistas intransigentes.
