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ANC: cinco supuestas víctimas de espionaje, cinco historias distintas

El 29 de julio, el juzgado número 23 de Barcelona aceptó la querella presentada por la Assemblea Nacional Catalana (ANC) para que investigue el supuesto espionaje sufrido por cinco de sus miembros: Elisenda Paluzié, Jordi Sànchez, Jordi Domingo, Sònia Urpi y Arià Bayé. Lo primero que tendrá que hacer el juez es aclarar cómo y cuándo se enteraron de que supuestamente les espiaban con el software Pegasus, tal y como se recoge en el informe CatalanGate que hizo público, el 18 de abril, el laboratorio de tecnología y derechos humanos de la Universidad de Toronto, Citizen Lab. Las versiones que han dado los cinco dirigentes de la ANC en los vídeos difundidos por esta plataforma pocos días después de que se conociera éste informe no cuadran.

Todos los vídeos comienzan con los protagonistas diciendo su nombre y que han sido espiados ilegalmente por el Estado español por ser activistas independentistas. Responden a varias preguntas, la primera de las cuales es “¿cómo te enteraste de que te habían infectado el móvil?”. Quien da una versión más confusa es la que fue presidenta de la entidad hasta el mes de mayo, Elisenda Paluzié. En su vídeo, dice textualmente: “La verdad es que la primera vez fue en junio del 2018, cuando llevé mi móvil a un experto y me encontró un software que no era el Pegasus pero que ya tenía bastantes capacidades. A partir de ese momento, de vez en cuando volvía a mirar el móvil, me lo iba cambiando y la segunda vez que me encontraron algo, esta vez ya sí el Pegasus fue en noviembre del 2019, justo después de la sentencia. Y en el marco de esta búsqueda, me dijeron en agosto de 2019 que hiciera una serie de comprobaciones de los SMS que había recibido y me encontraron dos SMS que eran ataques de Pegasus”. Y sigue: Los ataques en el marco de esta búsqueda de CitizenLab fueron en mayo y junio del 2020 cuando estábamos en pleno proceso electoral interno en las elecciones a la Asamblea donde yo me presentaba a la reelección”.

Jordi Sànchez, predecesor de Paluzié en la presidencia del ANC, explica esto: “Se hicieron unas pruebas mientras estaba en prisión que salieron negativas pero Elies Campo, la gente de Citizen Lab, insistió en volver a revisar el móvil mío y el de mi entorno familiar y lo hicieron justo a principios de abril y fue en esta segunda revisión donde no sólo se vio que había sido infectado… (la frase queda inconclusa en el video). En mi caso, los intentos habían comenzado en 2015 pocos meses después de haber entrado de presidente en la Asamblea y se habían reanudado mientras estaba de permisos de la prisión. Había una monitorización perfecta del Estado que sabía en qué momentos había que atacar y en qué momentos no era necesario hacerlo. En total, 25 ataques fallidos y cuatro ataques exitosos para intentar encontrar lo que finalmente no encontraron y es que el 1 de octubre hubo urnas a pesar de todo”.

La versión que da Sònia Urpí, que fue miembro del Secretariado Nacional de la ANC, se contradice, incluso, con la de su compañero, Jordi Baylina, también supuestamente espiado según el informe de CitizenLab. “Si no recuerdo mal -dice ella- fue en julio de 2020 a raíz de una llamada a mi pareja, que se dedica a temas de tecnología y, entonces, de vez en cuando, le revisan el móvil por un tema de seguridad de ellos. Le encontraron que le habían infiltrado de algún modo un programa que estaba atacando su seguridad y a raíz de ello él decidió también que miráramos mi móvil y con todo esto se descubrió que tenía el móvil intervenido. Aunque nos damos cuenta el mes de julio, cuando nos hacen la revisión nos dicen que la forma en que ha sido atacado este móvil es el mes de junio de ese año, y esto coincide con mi entrada en el secretariado nacional. Es decir, hay unas elecciones en mayo de 2020. Se nos elige en junio y pocos días después es cuando se produce este ataque en mi móvil”.

Baylina lo explicó de forma diferente en el programa de TV3 FAQS del 30 de abril donde afirmó que en 2011 había creado una empresa y que en 2020, en plena pandemia, había recibido un correo electrónico de Hacienda. Para esclarecer el contenido del mensaje explicó que, incluso, fue a Madrid a reunirse con un representante de Hacienda y que, al final, resultó que el mensaje era falso. Unos meses después, según siguió contando a FAQS, su amigo Elies Campo le dijo que a él le estaban intentando espiar con mensajes parecidos. Le pidió el teléfono y así descubrió que le habían infectado con Pegasus.

Arià Bayé, también miembro del Secretariado Nacional de la ANC, da esta otra versión: “Sabemos que la Asamblea Nacional Catalana, como el resto de organizaciones independentistas están en el ojo de la represión del Estado español; por tanto, tenemos mecanismos para garantizar la seguridad de sus integrantes y de la información. Por eso, hacemos revisiones, de vez en cuando, para mirar si todo lo que utilizamos es seguro. En mi caso, me avisaron de que comprobara si había recibido un tipo de SMS. Lo comprobé y efectivamente tenía dos o tres mensajes de las mismas características que envié para que se analizaran”.

Finalmente, Jordi Domingo, activista de base del ANC, dice que “yo me entero por un mensaje que recibo de whatsapp grabado, de John Scott-Railton, que es de Citizen Lab. Evidentemente me dice que es un resultado extraño, que se ponga en contacto conmigo y me cuenta que están trabajando por Whatsapp, que han detectado una vulnerabilidad y que por ahí les ha entrado un programa espía y que yo era uno de los afectados. Se me comunica esto en octubre de 2019. El ataque de infección es, calculan, de mayo de 2019”.

Resumiendo, un lío de fechas y explicaciones al que tendrá que poner orden el juez que investigue el caso. No lo va a tener fácil.

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