Por primera vez una sentencia atribuye la muerte de un ex trabajador del Metro a la exposición al amianto en su puesto de trabajo. Reconoce que el origen del mesotelioma -cáncer- que le provocó la muerte en el 2019, fue el hecho de haber estado en contacto con el amianto más de veinte años haciendo mantenimiento en los convoyes y túneles del metro.
La sentencia considera acreditado que la exposición al amianto, presente tanto en los convoyes como en las instalaciones del metro de Barcelona, sobre todo en los túneles, es responsable de la muerte del extrabajador de esta empresa.
TMB respeta la sentencia que reconoce la enfermedad profesional, pero no comparte las conclusiones de la resolución y la recurrirá.
El magistrado considera probado que la empresa municipal actuó con negligencia y no evaluó correctamente los riesgos del puesto de trabajo, así como que, por eso, no puso medidas preventivas.
La sentencia estima que la pensión de viudedad reconocida a la mujer del trabajador fallecida «deriva de enfermedad profesional», por lo que deben reconocerse y abonar retrasos económicos por parte del Instituto Nacional de la Seguridad Social y la Mutua Universal, que es la mutua laboral del metro barcelonés.
Esta sentencia abre la puerta a nuevas demandas por daños, perjuicios y falta de seguridad. Un 37% de los trabajadores del metro de Barcelona a los que se les ha hecho pruebas, tienen afectaciones por amianto.
