La decisión está tomada: ERC, la CUP y el PSC ya han anunciado que pasado mañana, en la reunión de la mesa del Parlament, pedirán la suspensión de Laura Borràs como presidenta de la cámara.
La reunión de la mesa del jueves será extraordinaria, porque la de este martes era la última ordinaria de este curso. En esta legislatura, la mesa del Parlament está formada por dos representantes del PSC, dos de ERC, dos de Junts (uno de ellos Borràs) y uno de la CUP.
Será 48 horas más tarde que el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) haya anunciado la apertura de juicio oral en Borràs por unos supuestos delitos de prevaricación y falsedad documental. Se le acusa, en concreto, de fraccionar contratos para favorecer la contratación de un conocido cuando era la directora de la Institución de las Letras Catalanas (ILC).
Las tres formaciones políticas que tienen representantes en la mesa, además de Junts, son partidarias de aplicar el artículo 25.4 del reglamento del Parlamento, que establece el cese: «En los casos en que el acusación sea por delitos vinculados a la corrupción, la Mesa del Parlamento, una vez sea firme el acto de apertura del juicio oral y tenga conocimiento, debe acordar la suspensión de los derechos y deberes parlamentarios de forma inmediata».
Borràs podría renunciar al cargo por su cuenta, pero en los últimos tiempos ha dicho repetidamente que no pensaba hacerlo, con el argumento de que es inocente. Defendió, también, la derogación del artículo 25.4 del reglamento del Parlament, al considerar que vulnera el derecho a la presunción de inocencia.
