El juez del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) que instruye la causa contra la presidenta del Parlament, Laura Borràs, por el presunto fraccionamiento de contratos cuando era directora de la Institució de les Letras Catalanes, ha< strong>rechazado el recurso de la presidenta contra la denegación de recusación que había presentado contra él.
El TSJC desestima los últimos recursos de Borràs y acelera hacia el juicio. El magistrado de la sala civil y penal Carlos Ramos argumenta que tanto el Tribunal Supremo, como el Constitucional y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) han avalado que el propio magistrado recusado pueda rechazar esta recusación si les motivos de la petición son genéricos, abstractos o «con manifiesto abuso», como asegura ser los de Borràs. Por este motivo, Ramos rechazó la petición inicial y vuelve a rechazar ahora el recurso contra esa denegación.
Borràs acusaba al magistrado de vulnerar el derecho a un juez imparcial y de saltarse las leyes procesales para rechazar la recusación. En este sentido, la defensa de Borràs se mostraba sorprendida por la inadmisión de la recusación «sin ni siquiera haber cumplido con las formalidades básicas que establecen las normas de aplicación que, sin duda, son del conocimiento del juez». Asimismo, considera que no se han cumplido los plazos ni formas de la Ley de Enjuiciamiento ni de la ley Orgánica del Poder Judicial.
Borràs está al borde del juicio y ante la posibilidad del inicio de una vista oral, la presidenta puede ser suspendida de su cargo. Y es que el reglamento estipula que cualquier diputado con un juicio abierto por un caso de corrupción, puede ser suspendido por el propio Parlament. Tanto PSC, como ERC, la Cup y los Comuns pidieron que se aparte de sus funciones para poner «por delante la institución».
