El expresidente de la Generalitat Quim Torra detalla en su libro titulado Les hores greus las maniobras que él y su esposa, Carola Miró, llevaron a cabo para desbloquear los 35 millones de euros del empresario Roger Parellada para la compra de mascarillas. Según ha revelado El Confidencial, Torra explica en el dietario que llamó en dos ocasiones a Pere Aragonès, entonces vicepresidente de Economía, para que intercediera y resolviera el bloqueo.
Estas llamadas se produjeron los días 21 y 22 de marzo, después de que la Generalitat pagara a Basic Devices -una empresa fantasma con sede en un piso vacío de Vilafranca del Penedès y en la que el padre de Parellada, Josep Maria Parellada, ejerce de testaferro- los 35 millones de euros que Banco Sabadell y CaixaBank -gestores de la tesorería de la Generalitat- congelaron al considerar que podría tratarse de un fraude. «La tarde la paso haciendo pruebas técnicas para la reunión de presidentes y llamando al vicepresidente y al Dr. (Josep Maria) Argimon por la operación Shanghái (como bautiza Torra la transacción). Ha habido problemas de validación del operador; pido que no nos falle nada, ¡dependemos de este avión!», relata Torra en su libro en referencia al 21 de marzo.
Ya el día 22, el expresidente catalán explica: «Llamo a Carola. Me dice que los empresarios le están persiguiendo porque no saben qué pasa. Le comento que todavía estoy pendiente de Shanghái, aunque el vicepresidente me asegura que todo está correcto. Si falta este avión, nos vamos a la mierda. ¡Hace tres días que estamos con este asunto!». La llamada a Aragonès fue después de comer y, el mismo día, tras la reunión de cinco horas en el Departamento de Economía en la que participaron Parellada y el entonces secretario general de Economía, Albert Castellanos, se llega a un acuerdo. Como comentó Aragonès a Torra por teléfono, el asunto ya se estaba solucionando: «Al mediodía me aseguran que la operación Shanghái está definitivamente encarrilada. Respiro. Los aviones saldrán en varias tandas», relata el expresidente de la Generalitat respecto al día 23 de marzo.
Fuentes del entorno de Aragonès señalan en el medio citado que el actual jefe del ejecutivo catalán no conocía a Parellada y aseguran que tampoco era consciente de la relación del empresario con la esposa de Torra, un vínculo que consideran «irrelevante» porque el procedimiento que se siguió contaba con el visto bueno del Instituto Catalán de la Salud (ICS). El actual consejero de Salud, Josep Maria Argimon, era entonces director del ICS y habló con Torra sobre el «problema burocrático» que surgió con la transacción. Según el libro, Argimon estaba al corriente de las conversaciones y negociaciones con Parellada.
