Los precios de las frutas y las verduras han subido muchísimo por el aumento del precio del gasoil, la electricidad y los fertilizantes, pero no se han incrementado los ingresos de los agricultores. Todo lo contrario. Se están arruinando por tener que vender productos tan baratos que incluso caen por debajo del coste de producción, como las naranjas.
Los agricultores de Alicante reciben 12 céntimos por el kilo de naranjas, 40 por el del limón y 20 por el de las patatas. Los grandes supermercados venden esas mismas naranjas, como mínimo, a 1’49 el kilo; los limones a 2’39, y las patatas a 1’79.
Precios desorbitados para el consumidor
Los bajísimos precios de los productores no han provocado ningún descenso en el precio final de venta. El consumidor ha notado una subida generalizada que ha ido en aumento y que sitúa ahora mismo el precio de frutas y hortalizas en el más elevado en casi 30 años. Los precios de estos alimentos en el supermercado se han multiplicado por cinco, un 500%, al que tenían en origen, al que se paga al agricultor o productor, según denuncia la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja).
“Esto es una cadena. Suben los costes y esto repercute en los precios que ponen a frutas y verduras”, ha explicado el presidente de Asaja Alicante, José Vicente Andreu, en declaraciones a El Periódico de España.
Los productores están vendiendo naranjas de la variedad Navel Lane Late con precios en origen de entre 7 y 12 céntimos y que en las tiendas se ofrece a entre 1’49 y 1’69 euros. Pueden llegar hasta los 2 euros.
Según el boletín semanal de precios de frutas y hortalizas del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, otra de las frutas que más se ha encarecido es el limón con un precio en origen de 47’49 céntimos, un 49% más que en el 2021, y la cereza, que está a 2’26, un 46% más que hace un año. El precio del melón ha aumentado un 102% y se encuentra a 45’5 céntimos/kg en origen y el plátano es un 184% más caro con un precio de 1’30 euros por kilo en origen.
