El presidente de Esquerra Republicana de Catalunya, Oriol Junqueras, fue el martes al Tot es mou de TV3. La presentadora del programa, Helena Garcia Melero, le había invitado para hacerle una entrevista que, como es habitual en el caso del líder republicano, se convirtió en un sermón, que se alargó más allá de lo que suelen durar las entrevistas del programa.
No satisfecho, cuando García Melero procedió a despedirle, Junqueras, como aquellos invitados que no se marchan de casa ni con agua caliente, se autoinvitó a la tertulia dispuesta en la mesa de al lado a la de las entrevistas. La presentadora, sorprendida ante la insistencia del invitado, que parecía estar en su casa (TV3), acabó cediendo y sólo le puso como condición que la prórroga no se alargara más allá del siguiente invitado. Así, Junqueras aceptó la cláusula y se trasladó a la mesa de tertulias donde continuó la pastoral.
Si hasta el momento, Junqueras había hablado, como después escribiría en su cuenta de Twitter, de represión: «Hoy al Tot se mou hemos recordado que la represión continúa. Por eso, todavía, la amnistía es una de nuestras prioridades», a partir de aquí, ayudado por los tertulianos Judit Mascó y Màrius Carol, habló de su anterior faceta como historiador y como guionista y colaborador mediático. La cuestión era y fue seguir hablando hasta agotar el plazo impuesto, y entonces sí, tuvo que abandonar el plató.
