La Generalitat ha plantado a la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, en un acto sobre el futuro de la autovía B-40, en el Vallès Occidental. La ministra ha venido a presentar un acuerdo con el gobierno catalán y los ayuntamientos implicados para avanzar en las obras de esta infraestructura, que lleva décadas de retraso. Pero la Generalitat ha decidido a última hora no asistir para no blanquear los incumplimientos del Estado con Catalunya con las inversiones.
Fuentes del Govern explican que el acuerdo que se estaba negociando pasaba por que la Generalitat se encargara de hacer el estudio del trazado, el proyecto ejecutivo y la obra del tramo de la B-40 entre Terrassa y Sabadell (el llamado cuarto cinturón). Un tramo que se considera sensible y que quiere plantearse como una ronda sur, con tráfico menos intenso. Pero ese acuerdo no está atado, y la Generalitat no las tiene todas: quiere garantías de que esto no quede sólo en buenas intenciones.
Además, creen que el acto de hoy de la ministra se plantea como un blanqueo en el cúmulo de incumplimientos que hay en las inversiones del Estado en Catalunya. Por eso a última hora el Govern ha decidido no enviar al secretario general de la Vicepresidencia, Ricard Font, como muestra de protesta.
Del acto ha hablado esta mañana Pere Aragonès. El presidente cree que es necesario plantear nuevas fórmulas para resolver los incumplimientos, como instrumentos compartidos entre el Estado y la Generalitat que hagan la licitación de las inversiones estatales. De todo ello se hablará el próximo viernes, que se ha convocado la reunión de la subcomisión bilateral de infraestructuras, con representantes del Estado y de la Generalitat.
En el acto, que se ha celebrado este mediodía en la sede del consejo comarcal del Vallès Occidental, Raquel Sánchez ha señalado que la ausencia de representantes del Govern en el acto «no es una plantada al gobierno español, lo es a 500.000 vallesanos y empresas de Sabadell, Terrassa y Castellar del Vallès».
Desde el PSC, Salvador Illa ha lamentado el gesto de protesta de la Generalitat. El líder socialista cree que ésta no es la actitud que debería tener el Govern para resolver el problema de las inversiones, y aseguró que el plante es una «ausencia injustificada».
